Redacción, 21-11-2014.- El consumo de una dieta rica en fructosa durante la adolescencia puede empeorar el comportamiento depresivo y la ansiedad, así como alterar la forma en la que el cerebro responde al estrés, según revela un nuevo estudio en animales previsto para su presentación en Neurociencia 2014, la reunión anual de la Sociedad para la Neurociencia.
«Nuestros resultados ofrecen nuevas ideas sobre las formas en que la dieta pueden alterar la salud del cerebro y puede provocar consecuencias importantes en la nutrición y el desarrollo de los adolescentes», afirma la autora principal del trabajo, Constance Harrell, de la Universidad de Emory en Atlanta, Estados Unidos.
La fructosa, un azúcar que se encuentra naturalmente en las frutas y verduras pero que también se añade a muchos alimentos procesados y bebidas, puede promover efectos cardiovasculares negativos. También estimula las vías nerviosas que afectan a la forma en la que el cerebro responde al estrés, lo que puede tener efectos conductuales importantes, incluyendo el empeoramiento de los síntomas relacionados con la depresión y la ansiedad.