La dietista Neus Vila, del Departamento de Endocinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), hace hincapié en que el ejercicio físico es muy importante en las personas con sobrepeso y obesidad, no sólo porque ayuda a la pérdida de peso, al aumento de gasto energético y previene la pérdida de masa muscular, sino porque también ayuda a prevenir enfermedades asociadas como la diabetes, la hipertensión arterial, la dislipemia o la osteoporosis. Además, explica, «está comprobado que el ejercicio físico tiene un efecto psicológico beneficioso y previene la ansiedad».
Según señala la especialista, es bueno iniciar la práctica deportiva un mínimo de tres días por semana. «Es bueno comenzar con unos tres o seis minutos de calentamiento y seguir con la actividad durante unos treinta o cuarenta y cinco minutos, para terminar con diez minutos de relajación de músculos. En caso de no poder hacer cuarenta y cinco minutos seguidos de ejercicio, se pueden distribuir en intervalos de diez minutos durante el día», matiza en una entrevista concedida a ‘ABC Salud’.
Finalmente, subraya que «hay que pensar siempre en ejercicio físico de bajo impacto para rodillas o tobillos, como la natación, pasear, bicicleta estática o gimnasia de mantenimiento». Pero en el caso de que la condición física sea superior y ya se haya entrenado, se puede pensar en un programa de ejercicio físico que trabaje tanto el sistema cardiovascular (andar, natación) añadiéndole ejercicio muscular muy suave de entre doce y quince repeticiones y carga muy baja, incorporando además ciertos ejercicios de flexibilidad.