Redacción, 18-09-2020.- Las clases presenciales son «de gran importancia para la formación de las habilidades cognitivas, físicas y sociales de los niños, crea oportunidades y equilibra las desigualdades sociales, pues no sólo se basan en la instrucción, sino en la socialización y gestión de conflictos», según ha indicado Alba Jurado, psicóloga infantil del Hospital Quirónsalud Córdoba, que ha añadido que el aprendizaje en la escuela es una actividad esencialmente social y compartida, en la que surgen relaciones y juegan un papel importante los afectos.
Tal y como recoge Quirónsalud, Alba Jurado ha señalado que los centros educativos son espacios donde se fomenta la autonomía, tanto intelectual como afectiva, y dota de oportunidades y posibilidades para un desarrollo individual fuera del núcleo familiar. Así, la vuelta a la presencialidad busca promover la salud y el bienestar, además de los objetivos académicos. Además, la escuela adquiere otra función, enseñar los nuevos hábitos y normas de convivencia que requiere nuestra sociedad hoy en día, y que servirán a los pequeños para adaptarse a estos cambios.
En este sentido, ha destacado que los padres y docentes son los encargados de dar una adecuada información y proteger a la población infantil «del estrés de noticias alarmistas«. Así los retos de los profesionales de la educación en esta reincorporación a la presencialidad son, entre otros, formar en conductas higiénicas, vigilar el uso de las mascarillas, asegurar la correcta ventilación y limpieza de las aulas y controlar la distancia física entre los alumnos, todo ello evitando actitudes fóbicas y obsesivas entre los pequeños.