Redacción, 22-05-2018.-El envejecimiento progresivo de la población y el aumento de la diabetes se traducen en un incremento de la retinopatía diabética. Según los expertos reunidos en la V Revisión Anual ESTEVE, en los últimos 15 años su incidencia se ha multiplicado por tres y actualmente es la principal causa de ceguera en los países industrializados. En el encuentro también se ha destacado el aumento de los trasplantes de córnea y se han abordado los avances en superficie ocular, cirugía, inflamación ocular y oculoplástica presentados en congresos nacionales e internacionales, según ‘Esteve’.
“La diabetes es una enfermedad crónica sistémica con una enorme repercusión en la retina”, según Dr. José Luis Encinas, presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) y coordinador científico de la V Revisión Anual ESTEVE. Básicamente, “las principales enfermedades que se producen en la retina a raíz de la diabetes son el edema macular diabético y la retinopatía diabética, que pueden causar pérdida de visión e incluso ceguera”.
La retinopatía diabética está causada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina, mientras que el edema macular diabético (EMD) es la inflamación y acumulación de líquido en la mácula, responsable de la visión central. Ambas patologías están relacionadas con el tiempo de evolución de la diabetes y su prevalencia también varía en función del tipo 1 o tipo 2. “El 80% de los pacientes con diabetes tipo 1 durante 15 años tiene algún grado de retinopatía diabética. Y a partir de los 20 años, prácticamente el 100%”.
Otro factor importante es la insulinodependencia. “El 60% de los no insulinodependientes con más de 15 años de evolución de diabetes tiene retinopatía diabética, frente al 80%-90% de los insulinodependientes”. Los expertos también señalan otros factores de riesgo, como la obesidad, un mal control metabólico, la proteinuria, el alcohol y el tabaco, entre otros.