Redacción, 26-10-2016.-Varios estudios publicados por pediatras españoles en el último número de la revista «Allergologia et Immunopathologia» afirman que casi la tercera parte de los niños padecen alguna bronquitis durante el primer año de vida, y que el 15-20 % de los niños en edad preescolar, hasta los 4 años de edad, tienen varios episodios de este tipo y podrían considerarse asmáticos.
Para identificar esta patología el pedriatra el quien mejor puede atender estos casos debido a su conocimiento de la anatomía, fisiología, condiciones físicas y sociales de los niños, según la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).
Los primeros síntomas del asma suelen aparecer en muchos niños en otoño y pueden confundirse con los del catarro o la bronquitis, “por lo que será el pediatra de atención primaria quien identifique primero los signos de sospecha y después el pediatra alergólogo quien confirme el diagnostico con pruebas de alergia o respiratorias para indicar el tratamiento oportuno”, afirma la doctora Ana María Plaza, presidenta de SEICAP. Esta es la peor época del año para los niños asmáticos debido a la confluencia de la bajada de temperaturas y humedad, así como el mayor contacto de los pequeños en los colegios y guarderías, que hacen proliferar la actividad de virus, ácaros y hongos. “Esto multiplica las consultas y hospitalizaciones por crisis asmáticas en la población infantil”, según el doctor Luis Moral, coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma de la SEICAP.
En la mayor parte de los casos, el pediatra de atención primaria “puede hacer el diagnostico de asma al observar la reiteración de los síntomas ya mencionados, e indicar el tratamiento adecuado, sin ser necesarias otras pruebas”, explica el doctor Moral. Sin embargo, si los casos no son tan claros “es conveniente que los derive a la consulta del pediatra especialista en asma y alergias para que realicen las pruebas adecuadas de alergia, función respiratoria y otras, que permitan confirmar el diagnóstico y administrar el tratamiento oportuno”, apunta.