Redacción, 03-06-2018.- Phillippe MccArthy es profesor en el Roswell Cancer Institute de Nueva York. Este prestigioso experto en la lucha contra el cáncer participó el pasado martes en el encuentro que la multinacional Celgene celebró en el Veles e Vents con especialistas en el mieloma múltiple. Durante la jornada se debatió sobre la terapia de mantenimiento con Lenalidomida. A continuación se recoge parte de la entrevista realizada por el periódico ‘Levante, el mercantil valenciano’.
El Mieloma Múltiple (MM) es el segundo tipo de cáncer hematológico más frecuente (solo después del linfoma No Hodgkin) que consiste en la proliferación de células plasmáticas anormales en la médula ósea que derivan en la supresión del sistema inmune, fracturas óseas, insuficiencia renal, elevación del calcio en la sangre o anemia. En España, se diagnostican 2.000 nuevos casos al año. Esta prevalencia hace que el mieloma múltiple sea considerado como una enfermedad rara. Suele diagnosticarse entre los 65 y 70 años y supone el 1% de todos los cánceres.
P-Aunque la media de diagnóstico se sitúa entre los 65 y 70 años, no es raro encontrar pacientes diagnosticados de mieloma en edades más tempranas (40-50 años). ¿Cómo es este paciente joven menor de 65 años?
R- El paciente joven es mayoritariamente varón (afecta a más hombres que mujeres), con los síntomas típicos de mieloma (dolor óseo, fractura ósea, insuficiencia renal o anemia, entre otros). Suelen estar en la cúspide de su carrera profesional, empezando a formar una familia y el diagnóstico provoca un shock en sus vidas.
P-También son estos pacientes los que pueden recibir un TAPH (trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos). ¿En qué consiste el trasplante?
R-Los pacientes reciben durante varios meses un tratamiento de inducción para reducir la carga tumoral. Después de eso, se realiza una recogida de muestras sanguíneas del propio paciente y se congelan. El paciente recibe altas dosis de quimioterapia que matan a las células tumorales del mieloma, pero también a las células normales. Aquí entran en acción las células madre congeladas, que se trasplantan a la médula ósea del paciente rescatándolo. El objetivo es eliminar la mayor cantidad de células tumorales posible.
P-¿El paciente se cura tras el trasplante?
R-A pesar de las mejoras existentes en la inducción y trasplante, existe una parte de la enfermedad que aún no somos capaces de detectar, y en ocasiones no podemos detectar la enfermedad cuando el paciente está en fase de remisión, incluso utilizando las técnicas más actuales.
P-¿Qué opciones tienen los pacientes después del trasplante?
R-Actualmente ya existen opciones: lenalidomida es el primer tratamiento de mantenimiento aprobado para pacientes de MM candidatos a trasplante, lo que significa un gran paso para todos nuestros pacientes, ya que con este tratamiento la mitad conseguirán dos años y medio más libres de progresión de la enfermedad y supervivencia global. Muchos pacientes de mieloma múltiple logran una supervivencia global de diez o más años.
P-Casi todos los pacientes acaban recayendo. ¿Qué se consigue con los nuevos tratamientos de mantenimiento post-trasplante?
R-La intención de este nuevo tratamiento (la terapia de mantenimiento) es aumentar el tiempo que el paciente tarda en sufrir una recaída después de haber recibido el trasplante sin que afecte a su calidad de vida.
P-¿Cómo se ve afectada la calidad de vida de los pacientes con las opciones terapéuticas disponibles?
R-La fase de inducción y trasplante pueden ser muy duras y significar un importante descenso en la calidad de vida de los pacientes, ya que supone ir al hospital a recibir la quimioterapia, la recuperación tras haberla recibido, además del preoperatorio y postoperatorio. El objetivo del mantenimiento es controlar la enfermedad con dosis bajas de lenalidomida, con el objetivo de mejorar la eficacia y la tolerabilidad sin afectar negativamente la calidad de vida del paciente.