Redacción, 23-10-2020.- La hipoxia nocturna, es decir, la disminución del oxígeno por la noche en niveles de saturación por debajo del 90% (que es el límite a partir del cual esa saturación de oxígeno se considera baja o anormal) multiplica por dos el riesgo de muerte y la probabilidad de padecer un cáncer. Además, las personas que sufren hipoxia nocturna también ven aumentadas en un 50% las posibilidades de padecer un evento cardio o cerebrovascular respecto a las personas que no están diagnosticadas de esta dolencia, según la Sociedad Española de Sueño (SES).
Esa es la conclusión a la que llegó la investigación Impacto de la oximetría nocturna y de la apnea de sueño en la mortalidad, enfermedad cardio- y cerebrovascular y cáncer en hombres de la población general tras 20 años de seguimiento, presentada el mes pasado en el marco de la XXVIII Reunión Anual de la SES. En la misma, en la que se hizo un seguimiento a casi mil hombres de la población general durante un periodo de dos décadas, participaron expertos de la Unidades del Sueño de los hospitales Ramón y Cajal de Madrid, Universitario de Araba (Vitoria Gasteiz) y del Instituto de Investigación Bioaraba de la Universidad del País Vasco.
En el estudio, los autores tomaron como unidad de medida el CT90, que calcula el porcentaje del tiempo de registro de sueño nocturno en el que la saturación de oxígeno de los pacientes permanece por debajo del 90%, de forma que un porcentaje del 0% sería un resultado excelente, ya que implicaría que durante toda la noche se ha tenido un nivel de saturación de oxígeno por encima de los límites considerados normales.
“El problema que teníamos es que no se había establecido nunca cuál era el porcentaje de CT90 a partir del cual esa cifra se podía considerar anormal o patológica en una población general”, sostiene la doctora Irene Cano, neumóloga, miembro de la Unidad del Sueño del Hospital Ramón y Cajal y una de las autoras de la investigación, que considera que justo ahí reside “parte de la importancia” del estudio llevado a cabo.