Redacción, 19-01-2018.- Las dietas bajas en calorías y con restricciones de alimentos son las menos efectivas porque el cuerpo responde a las mismas reduciendo su gasto. Además, aunque al principio hagan perder peso, a medio y largo plazo resulta más difícil hacerlo, tal y como afirman especialistas en nutrición de los hospitales Quirónsalud de Murcia, Valencia y Torrevieja.
Como explica Carolina Pérez, nutricionista de los hospitales Quirónsalud de Torrevieja y de Murcia, «los principales riesgos de las llamadas dietas milagro derivan de la excesiva rapidez con que se produce la pérdida de peso. Reducen drásticamente las calorías ingeridas y generan desequilibrios nutricionales. Ese aparente éxito al inicio se debe no solo a la disminución de grasa, sino también a la pérdida de masa muscular, uno de los tejidos corporales más activos metabólicamente, y que en parte explica ese fracaso a medio y largo plazos».
Como aconseja la nutricionista Rocío Práxedes, de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia, para que una dieta sea efectiva debe ser moderadamente hipocalórica: «De esta manera conseguimos evitar adaptaciones del metabolismo que impiden que nuestro paciente continúe bajando de peso; y, sencillamente, porque si hay hambre, hay riesgo de infringir la pauta dietética y abandonar el tratamiento».
Pautas recomendables
Para que una dieta sea efectiva las especialistas recomiendan seguir las siguientes pautas. Es importante que la dieta sea completa y variada, es decir, cubrir el 100% de los requerimientos nutricionales del paciente e incluir todos los grupos de alimentos básicos. Tampoco debe ser demasiado estricta y se recomienda que se adapte a nuestros gustos, pues si no, será muy sencillo que pasemos de ella y acabemos comiendo más de la cuenta o lo que no toca.
La pérdida de peso se realizará de manera paultina, es decir, adelgazar más de un kilo por semana será contraproducente. La pérdida dietética óptima es de 500gr-700gr/semana. Además, los cambios en la alimentación es mejor que sean progresivos y con unos objetivos de pérdida de peso que sean alcanzables.
Finalmente no es conveniente saltarse ninguna comida. Normalmente, las dietas suelen constar de cinco comidas diarias que hay que cumplir para mantener el nivel de glucosa constante en sangre y no llegar con mucha hambre a la siguiente ingesta.