Redacción, 12-06-2018.- El incremento de la supervivencia de niños con enfermedades graves ha supuesto un aumento de pacientes pediátricos con patologías crónicas complejas. Esta situación provoca que los profesionales sanitarios encargados del manejo de estas enfermedades, para las que existe muy poca evidencia científica, tengan que adaptarse a nuevos desafíos para garantizar el cuidado óptimo de los pacientes pediátricos, según la Asociación Española de Pediatria (AEP).Esta es una de las conclusiones abordadas durante la celebración del 66 Congreso Nacional de la AEP y de la Reunión de la Sociedad Española de Pediatría Hospitalaria (SEPHO), en cuyo marco los expertos asistentes han destacado la importancia del papel de un modelo de atención integral y multidisciplinar que cubra las necesidades y mejore la calidad de vida de estos pacientes y de sus familiares.
Según el doctor Juan José García, presidente de la SEPHO, la patología crónica compleja es la que, además de ser una enfermedad permanente, reúne una serie de condiciones de difícil manejo. Esta cronicidad suele darse en enfermedades asociadas a discapacidades o a grandes limitaciones funcionales sobre en las que en la actualidad hay muy poca información y para las que apenas existen tratamientos específicos.
En este sentido, el doctor García ha explicado que “debido a sus necesidades asistenciales, estos pacientes tiene que ser atendidos por equipos multidisciplinares integrados por médicos, profesionales de la enfermería, psicólogos, fisioterapeutas, trabajadores sociales y cuidadores, que favorezcan profundizar en el diagnóstico, abordaje y cuidados de los menores. Si estas necesidades no están atendidas adecuadamente derivarán de manera automática en una peor calidad de vida para el niño”.
Además, el doctor García ha declarado que esta atención multidisciplinar en niños con patología crónica compleja aún sigue siendo un desafío. “Los pediatras y otros especialistas sanitarios debemos evitar la segmentación y atender de forma adecuada e integral a los niños con este tipo de cronicidad”.
En este sentido, otro de los grandes retos a los que se enfrenta la pediatría hospitalaria es la correcta transición de la información del paciente cuando este pasa de la edad pediátrica a la adulta.