IM Farmacias, 16-02-2016.- Existen numerosas publicaciones describiendo la problemática de los niños con TDAH y la influencia de la misma sobre su entorno escolar y familiar, pero sobre los niños con problemas de conducta que no llegan a ser diagnosticados de TDAH, la información disponible es mucho más escasa. Pese a ello, el análisis de los resultados de la última Encuesta Nacional de Salud (2011) ha permitido determinar que el 11,4% de los niños de entre 6 y 12 años ha padecido alguna vez algún tipo de trastorno de la conducta y/o mental, como depresión o ansiedad, y/o ha visitado a un psicólogo, psicoterapeuta o logopeda, y en algunos casos ha utilizado algún tipo de tranquilizante o relajante para dormir.
Sin embargo el Estudio Época es un estudio observacional cuyo objetivo principal fue valorar el impacto sobre el estado de salud y la calidad de vida de los problemas de conducta en niños de entre 6 y 12 años. Este estudio mostró que los menores que presentan problemas de conducta en general tienen un peor estado de salud y calidad de vida, mostrando menor talla, peso e IMC que la media del resto de la población de su edad. La mayoría de estos niños seguían una alimentación más desequilibrada, con un consumo más bajo de pescado, verduras y frutas que la media, y más elevado de refrescos con azúcar y snacks. También destaca el hecho que los niños con problemas de comportamiento dormían aproximadamente media hora menos de lo habitual para su edad.
Omega 3
Aunque este tipo de trastornos se consideran leves, pueden alterar el entorno familiar y educativo del niño y afectar a la calidad de vida de las familias. En estos casos, puede ser de gran ayuda prescribir una suplementación nutricional que aporte ácidos grasos Omega-3, junto a la psicoeducación, el entrenamiento en el manejo conductual y el apoyo acadé- mico. De hecho, los menores que mostraron un mayor grado de mejora fueron aquellos que combinaron otras medidas junto a la suplementación alimenticia con ácidos grasos Omega-3, nutrientes que está comprobado son fundamentales en la dieta para mantener una adecuada función cerebral.
Los datos del estudio, que se han publicado en el número de octubre de 2015 de la revista Acta Pediátrica, sugieren que existe un alto porcentaje de niños aparentemente sanos que una vez evaluados presentan probables problemas de salud mental, que afectan a su salud, su calidad de vida y la de sus padres.