Redacción, 03-07-2020.- Las humedades acechan tras los muros y no se detienen aunque lleguen las vacaciones. Aunque en este 2020 nos vamos a enfrentar a un verano muy diferente, llegamos a él en plenos procesos de desescalada y con la firme intención de disfrutar del sol, la playa y unas merecidas vacaciones.
Varios portales turísticos ya han señalado los destinos nacionales y las segundas viviendas como opciones preferidas en este verano atípico.
Tal y como recoge Murprotec, uno de los pasos habituales que acometemos al marcharnos de vacaciones es cerrar el paso de los suministros tales como el agua, la electricidad o el gas. Un buen movimiento para mantener el gasto a raya y evitar problemas en nuestra ausencia.
Consejos:
- A la hora de cerrar el suministro de agua, tenemos que tener en cuenta que algunas tuberías o conductos (es habitual en los radiadores) tengan pequeñas burbujas de aire. Si no tenemos cuidado puede ocurrir que tengamos filtraciones de agua que desemboquen en un problema de humedades difícil de detectar.
- Cerrar el suministro de agua la noche anterior a irnos puede ayudarnos a detectar pequeñas fugas por la mañana y poder tomar medidas.
- Cerrar las ventanas, bajar las persianas y comprobar que todas las puertas quedan cerradas. Una medida habitual que tiene dos objetivos: paliar la acumulación de calor y protegerse frente a posibles allanamientos. Otra de las medidas que solemos tomar es pedirle a alguien que nos ventile la casa y que se presente para ahuyentar posibles malas intenciones.
Si tenemos la suerte de que alguien va a ventilar nuestro hogar en vacaciones, podemos pedirle que revise las zonas más habituales de condensación. Ventanas, baño y cocina, aún en nuestra ausencia, son lugares habituales donde el agua puede acumularse debido a los cambios de temperaturas.