Redacción, 12-12-2020.- Según explica el Jefe de Servicio Integral Dental y Maxilofacial de los Hospitales Quirónsalud Málaga, Marbella y Campo de Gibraltar, el doctor Primitivo Pablo de la Quintana, la mayoría de las caries y patologías de la boca en niños se producen durante las fiestas de Navidad. «Tanto los estudios de colegios de odontología como nuestra propia experiencia en consulta determinan que un alto porcentaje de los problemas dentales relacionados con caries están vinculados al incremento de la ingesta de azúcar en estas fechas y al relajamiento en el hábito de la limpieza bucal», explica el especialista.
Tal y como recoge Quirónsalud, en opinión del cirujano maxilofacial, en este periodo se produce un importante consumo de alimentos y bebidas azucaradas o carbonatadas que propician la «aparición de problemas de salud oral en edades cada vez más tempranas».
Ante esta circunstancia, el especialista aconseja recuperar el agua y la leche como bebidas preferentes en la pirámide nutricional de los más pequeños: «Son las más saludables para los dientes frente a otro tipo de líquidos como, refrescos, bebidas isotónicas, néctares que, además de superar la cantidad de 5 cucharitas de azúcar al día recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), debilitan el esmalte de los dientes«.
Además de las caries, en estas fechas se incrementan las roturas dentales debido al consumo de turrón o dulces duros.
En este apartado, el doctor Primitivo de la Quintana sugiere comprar chocolate o dulces suaves «debido a que los dientes de los niños aún son frágiles ante este tipo de productos» – asegura el experto de Quirónsalud, quien matiza – «eso no significa que los dulces más blandos o suaves sean los más adecuados. Las golosinas pegajosas provocan sobreesfuerzos de masticación y, si el niño lleva ortodoncia, producen inflamación de las encías».
El doctor Primitivo Pablo de la Quintana, recuerda la importancia de mantener una rutina de cepillado dental durante estas fiestas. «El cambio de ritmo en el hogar suele afectar al hábito de la higiene bucal. Los pequeños se relajan, pican entre horas más de lo habitual y se descuidan, lo que conlleva que las bacterias aniden con mucha más facilidad en el esmalte dental».