Redacción, 09-02-2015.- El dolor de espalda constituye una de las principales causas de baja laboral y es el segundo motivo más frecuente de consulta médica, sólo superado por la cefalea. En algún momento, casi el 10 por ciento de la población mundial experimenta dolor de espalda, que es la causa principal de discapacidad según el informe de la Carga Global de Enfermedades de 2010 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS informa de que el dolor de espalda baja (lumbar) tiene un mayor impacto en la salud global que la malaria, la diabetes o el cáncer de pulmón; sin embargo, se ha avanzado poco a la hora de identificar estrategias de prevención eficaces. No obstante, investigadores americanos trabajan en identificar qué lo desencadena. Una nueva investigación revela los factores físicos y psicosociales que aumentan significativamente el riesgo de inicio del dolor de la parte baja de la espalda.
Los resultados publicados en ‘Arthritis Care & Research‘, una revista del Colegio Americano de Reumatología (ACR), demuestran que dedicarse a tareas manuales que implican posiciones incómodas aumenta ocho veces el riesgo de dolor lumbar, además de que distraerse durante la realización de una actividad o fatigarse también incrementan significativamente el riesgo.
«Comprender qué factores de riesgo contribuyen al dolor de espalda y control de la exposición a estos riesgos es un importante primer paso en la prevención», explica el profesor asociado Manuela Ferreira, del Instituto George para la Salud Global y la Escuela Médica en la Universidad de Sydney en Nueva Gales del Sur, Australia. «Nuestro estudio es el primero en examinar una breve exposición a una variedad de factores desencadenantes modificables para un episodio agudo de dolor de espalda baja.»
Para este estudio de casos cruzados, los investigadores reclutaron a 999 participantes procedentes de 300 centros de atención primaria en Sydney, Australia, que tuvieron un episodio agudo de dolor lumbar, entre octubre de 2011 y noviembre de 2012. Se pidió a los sujetos participantes que informaran de su exposición a 12 factores físicos o psicosociales en las 96 horas anteriores a la aparición del dolor de espalda.
El riesgo de un nuevo episodio de dolor lumbar aumentó significativamente debido a una serie de factores desencadenantes, desde una ‘odds ratio’ de 2,7 para la actividad física moderada o vigorosa al 25 por una distracción durante una actividad. Los investigadores vieron que la edad moderó el efecto de la exposición a cargas pesadas, con una ‘odds ratio’ para las personas de 20, 40 o 60 años de edad de 13,6; 6 y 2,7; respectivamente.