Redacción, 03-08-2018.- Tras un tratamiento quirúrgico es frecuente que queden cicatrices, pero eso no significa que deban ser visibles o de mala calidad. «Es importante tener en cuenta que hay que empezar el tratamiento cuanto antes, sobre todo cuando se acerca la época de sol. Además, para tratarlas y mejorarlas, hay que conocerlas», según expresa el Dr. Pedro Pérez-Escariz Sánchez en ‘Top Doctors’.
Factores que influyen en las cicatrices:
- La región anatómica donde está: hay zonas de nuestro cuerpo que cicatrizan peor que otras, por ejemplo: la zona preesternal, la espalda, las orejas y los hombros son zonas de peor calidad; sin embargo, la frente, los párpados, y las manos son de las mejores.
- Las causas que la provocaron: una cicatriz quirúrgica se mantiene más tiempo con inflamación, ya que suele ser más profunda, pero son de mayor calidad, ya que el corte o incisión es controlado por el cirujano. Las quemaduras suelen ser de mayor amplitud, y las cicatrices por traumatismos o golpes tienen una recuperación más rápida.
- Fase de cicatrización; se considera “cicatriz” la señal o marca en la piel después de cerrar una herida. Así pues, al comienzo de este proceso tendrán una tonalidad más rosácea o colorada, al menos los primeros 6-9 meses. Aquí es cuando la cicatriz se encuentra en su fase más activa, y cuando más podemos mejorarla con los diferentes medios que tenemos.
Podemos empezar a tratar una cicatriz desde el momento en el que ya no hay costras ni heridas (aproximadamente la 4ª semana tras la cirugía).
Hay diferentes maneras de hacerlo:
- La protección solar: el más importante. Una buena crema de protección con pantalla total (50+) es fundamental. Renovándola cada 4-5 horas si hay exposición solar.
- Crema cicatrizante: nuestra cicatriz está activa 24 horas, así que debemos aplicar tratamientos cuantas más horas al día mejor. Las cremas como Cicapost (laboratorio ISDIN) o Aceite de Rosa de Mosqueta son de fácil aplicación.
- Parches: disponemos de diferentes tipos, como la silicona o el poliuretano. Son muy cómodos ya que se pegan y estamos tratando la zona todo el día.
- Masajes: las cicatrices tienen tendencia a crear adherencias a planos más profundos, quedando “ancladas”. Para evitarlo, realizaremos unos masajes circulares sobre la propia cicatriz, para despegarla.
- Geles: para zonas muy visibles como la cara son muy útiles, ya que pasan desapercibidos y no se ven, pero hay que renovarlos cada 12 horas.