Redacción, 08-12-2018. Un mal paso en una calle mal asfaltada o un giro demasiado rápido en nuestra clase de salsa son suficientes para sufrir un esguince o torcedura de un tobillo. De hecho, el esguince de tobillo es una de las lesiones más frecuentes del aparato locomotor, que puede padecer cualquier persona, aunque los deportistas son más proclives a ellas, según recoge Cinfa.
Podemos hablar de varios tipos de esguince:
- Esguince del ligamento lateral externo o inversión de tobillo: en este tipo de lesión, la planta del pie suele quedar mirando hacia dentro y el tobillo, hacia afuera. Afecta a los ligamentos de la parte externa de la articulación. Es el más frecuente.
- Esguince del ligamento medial: cuando el pie se tuerce hacia al otro lado, de manera que la planta del pie queda apuntando hacia afuera. Afecta a los ligamentos situados en la parte interna del tobillo.
- Esguince crónico: si el esguince se produce de manera repetida en el mismo tobillo o el dolor se prolonga más de cuatro o seis semanas. Este es el tipo de lesión que debemos evitar a toda costa, más adelante veremos cómo y por qué.
Aunque los esguinces de tobillo son imposibles de prever, sí existen una serie de medidas que pueden ayudarnos a disminuir el riesgo de sufrirlos:
- 1. Cuando te sientas cansado, interrumpe el ejercicio. Más vale una retirada a tiempo que una lesión en el tobillo por no detenernos o, al menos, bajar el ritmo, cuando nos sentimos cansancio o dolor.
- 2. Usa el calzado adecuado.Tanto en el día a día como cuando practiques deporte, usa zapatos o zapatillas de buena calidad que se ajusten bien a tus pies y llévalos bien atados. Evita, si es posible, los tacones altos y, si eres propenso a los esguinces, utiliza cuando puedas calzado de caña alta.
- 3. Realiza ejercicios para aumentar la flexibilidad y la fuerza de tus tobillos.Tu médico o fisioterapeuta podrá recomendarte los más adecuados para ti. Puedes realizarlos en casa, lo importante es que seas constante.
- 4. Calienta antes de realizar deporte y estira al finalizar.De esta manera, tus articulaciones estarán listas para el ejercicio y se recuperarán después con mayor rapidez.
- 5. Elige superficies planas para correr.Y, en general, intenta fijarte siempre por dónde pisas, también cuando camines por la calle en el día a día.
- 6. No practiques deportes que no conozcas bien. Para disminuir el riesgo de esguinces y otras lesiones, es necesario conocer las técnicas adecuadas para realizar las distintas disciplinas deportivas y, además, estar bien entrenado.