“El aumento de la temperatura y el índice de humedad ambiental influye en el grado de dilatación de las venas produciendo un aumento de su diámetro”, explica el Jefe de Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de los hospitales Quirónsalud Marbella y Campo de Gibraltar, el doctor Rubén Rodríguez Carvajal.
El especialista detalla que este fenómeno se refleja en las extremidades inferiores donde “las venas varicosas se vuelven más prominentes y se produce la aparición de hinchazón de las piernas”. Una sensación incómoda cuya principal consecuencia es el deterioro de la calidad de vida de los afectados, especialmente en estas fechas en las que se incrementa la demanda de visitas al especialista “la patología vascular por la que más se consulta en el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular durante el verano es la insuficiencia venosa crónica, en forma de varices o por síndrome postrombótico”.
Quienes padecen IVC deben tener en cuenta una serie de recomendaciones a la hora de tomar el sol para evitar complicaciones en la enfermedad o mayores molestias.
“El efecto vasodilatador que produce el calor en las venas, dificulta el retorno de la sangre por lo que es conveniente no abusar de la exposición al sol”, remarca el doctor Rodríguez Carvajal.
Finalmente, el experto aconseja caminar a la orilla de la playa o en piscinas de escasa profundidad “para estimular la circulación sanguínea en las piernas y, en caso de sensación de hinchazón, aplicar toallas húmedas y frías o la aplicación de cremas de efecto frío para paliar la pesadez”.