Redacción, 23-07-2020.- Interrumpir los períodos de tiempo sedentario con pequeños intervalos de actividad puede prevenir la progresión hacia la fragilidad en las personas mayores. Esta es una de las conclusiones de una nueva investigación liderada por investigadores del CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES) en la Universidad de Castilla-La Mancha y el Complejo Hospitalario de Toledo, que ha publicado la revista The Journals of Gerontology Series A.
Tal y como recoge CIBER , los resultados de este trabajo avalan la utilidad de nuevas estrategias de intervención que pasan por fomentar la introducción de intervalos breves de actividad que rompan el tiempo que las personas mayores pasan sedentarias para prevenir la fragilidad, asociada habitualmente a mayor riesgo de discapacidad, hospitalización y mortalidad.
“Éste puede ser un enfoque más factible que otros que exigen cambios de conducta con actividades más intensas, y es menos desafiante para los adultos mayores inactivos, los cuales son considerados de mayor riesgo”, explica Asier Mañas, investigador del CIBERFES y primer autor del estudio.
Esta interrupción del tiempo sedentario puede ser tan corta como un minuto, por lo que actividades simples como caminar a un ritmo moderado, sentarse y levantarse varias veces del sofá a modo de sentadillas, o subir y bajar escaleras contarían como un paréntesis en este tiempo sedentario.
En este sentido, este tipo de intervención podría arrojar resultados exitosos porque, según señala el Dr. Mañas, “se puede romper el tiempo sedentario con una gran variedad de actividades de la vida diaria, sin un alto grado de compromiso y planificación, y con una carga físicamente más baja que no requiere un alto nivel de condición física o habilidades motoras complejas, por lo que el seguimiento de estas pautas resulta un paso inicial asequible para mejorar la salud en las personas mayores que no cumplen con las recomendaciones de actividad física”.