Redacción, 16-06-2014.- El daño renal es generalmente silencioso, a menos que sea lo suficientemente grave como para reducir la producción de orina o dar lugar a complicaciones, siendo en este caso una situación ya avanzada con menores oportunidades de recuperación, según explica la revista buena salud. Puede presentarse de una forma brusca o aguda, o por el contrario de manera lenta y progresiva (crónica). No existe un tratamiento específico para el mismo, dado que la diálisis y el trasplante son terapias de reemplazo renal, siendo por ello la mejor medida la prevención.
¿Cómo cuidarlos?
1. Mantenerse en forma y activo.
2. Controlar regularmente el nivel de azúcar en sangre.
3. Vigilar la presión sanguínea.
4. Comer sano y controlar el peso.
5. Mantener una ingesta de líquidos adecuada.
6. No fumar.
7. No tomar medicamentos sin receta médica regularmente.
8. Evaluar la función renal si se presentan uno o más factores de “alto riesgo”.