Redacción, 05-10-2014.- Al llegar septiembre el órgano más grande de nuestro cuerpo necesita un respiro: la montaña, la playa, la piscina, el sol y las altas temperaturas suponen un reto para la mayoría de pieles. Comienza una época ideal para mejorar la piel con cuidados y tratamientos dermatológicos, eso sí, sin bajar la guardia frente al sol manteniendo la protección solar.
Según explica a Infosalus la doctora Elena de las Heras, dermatóloga perteneciente a la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), aunque septiembre es un mes más benigno en cuanto a los efectos del sol en nuestra piel, las medidas de protección solar se deben mantener.
Tras el verano De las Heras recomienda visitar al dermatólogo si notamos alguna mancha solar o lunar sospechoso, que haya oscurecido o cambiado de color, o bien que produzca picor o sangrado.
«La radiación solar puede provocar que salgan más lunares o nevus, algo especialmente importante en la población infantil, y también puede provocar oscurecimiento de pecas o lunares. Ante la duda, siempre mejor acudir al dermatólogo para un examen cutáneo completo», aclara.