Redacción, 08-07-2020.- Prevenir los repuntes en verano y con la llegada del otoño no es solo una cosa del coronavirus. Las noticias empiezan a ser algo más que COVID-19. La nueva normalidad, la apertura de fronteras y un futuro en el que el verano aún tiene algo que decir empiezan a ganar terreno al virus.
Tal y como recoge Murprotec, hay una cosa que debemos tener clara: aún no está todo resuelto. Una realidad que no solo afecta a la protección contra el virus, si no a otros peligros que tampoco debemos olvidar. Los meses de verano son unos de los puntos focales a la hora de vigilar los repuntes en los problemas de humedades. La mayoría de incidencias que atendemos en otoño tienen su origen en los meses veraniegos.
Repuntes veraniegos y otoñales: ¿son lo mismo?
Los repuntes, ya sean de coronavirus o de humedades, siempre tienen un punto de partida. Se está especulando con que las condiciones del verano, altas temperaturas y ausencia de precipitaciones, puedan ser una barrera para la transmisión del virus. Del mismo modo se cree que este tipo de condiciones retienen el progreso de los problemas de humedades.
En ambos casos se están dando dos condiciones clave a la hora de enfrentarnos a nuevos repuntes: ausencia de vigilancia y falsa sensación de seguridad. Dos importantes claves que retomamos en la vuelta a la rutina en septiembre pero que pueden causar estragos ya durante las vacaciones.
Al igual que nos debemos tomar las medidas de seguridad y higiene para evitar repuntes graves de COVID-19, debemos prestar atención a los síntomas que informan de que nuestro hogar padece una enfermedad de humedades y actuar para eliminarlas.