Redacción, 03-05-2019.-La incertidumbre se ha convertido en un elemento cotidiano en el actual entorno laboral, donde los procesos de transformación empresarial son ya una constante. Afrontar estos cambios con una actitud positiva basada en el trabajo en equipo no solo es posible, sino que además puede servir para ayudar a los demás. Con este objetivo, los empleados de Roche España pusieron en marcha el Juego de la Incertidumbre, que enfrenta a los empleados voluntarios, a retos constantes con la intención de mejorar en el día a día y, de paso, apoyar de un modo directo a quienes más lo necesitan.
Tal y como recoge Roche, cada reto, siempre que sea superado, implica una donación a una causa justa decidida por los propios empleados. El Juego de la Incertidumbre incentiva la agilidad y la adaptación a los cambios del entorno y tiene como objetivo potenciar la ambición alcanzando metas específicas. Los distintos retos contribuyen a mejorar el rendimiento como equipo y consigue que los voluntarios comprendan mejor los valores de la compañía.
La semana pasada, los creadores del juego se reunieron con la Fundación Aladina y la Fundación Pequeño Deseo para entregarles los fondos recaudados hasta ahora a través de los distintos retos superados, 1.500 euros por entidad.
A lo largo del pasado año, se han cumplido dentro del proyecto, diferentes retos destinados a fomentar la colaboración, como un mercadillo solidario, una carrera solidaria, un concurso gastronómico, o la construcción de muebles entre otros.
A la reunión con ambas organizaciones asisitó Jorge Ramírez, director de finanzas de la organización, quien declaró que «El Juego de la Incertidumbre ha sido un proyecto muy enriquecedor para todos los que hemos participado, y bajo mi punto de vista todo un éxito profesional y personal. Por un lado, hemos aprendido a cómo trabajar mejor en un contexto de Transformación, donde siempre existe bastante incertidumbre, pero que tenemos que aceptar y saber extraer los aspectos positivos. Creo que nos ha ayudado a ser más ágiles, y a trabajar mejor como equipo. Pero lo más importante, es que nos ha ayudado a sentirnos muy orgullosos de poder colaborar y poner un granito de arena para ayudar a proyectos tan importantes como los de la Fundación Aladina o los de la Fundación Pequeño Deseo»