Redacción, 30-03-2021.- María Ros San Juan, psicóloga sanitaria, habla en una entrevista para La Razón de los sentimientos que ha provocado la pandemia.
A continuación se recoge parte de la entrevista:
Pregunta- ¿Existe una relación directa en la manera en la que comemos y el estado de ánimo?
Respuesta- Por supuesto. De hecho, suele decirse que el intestino es nuestro segundo cerebro, porque existe una relación bidireccional entre el patrón de alimentación y las emociones. Esto significa no solo que lo que comemos tiene influencia sobre nuestro estado de ánimo, sino que, en función de éste, de como nos sentimos, escogemos unos alimentos u otros.
Por lo que acabamos inmersos en un círculo vicioso al intentar regular nuestro sistema emocional a través de la comida que, paradójicamente, nos produce lo contrario; una desregulación.
P- La ansiedad a unos les quita el apetito y a otros se lo desata ¿lo mismo sucede con la tristeza?
R- Efectivamente. Las emociones, aunque en cuanto a expresión son algo bastante estandarizado (por ejemplo, cuando estamos alegres sonreímos) a nivel de experiencia interna hay mucha variabilidad, por lo que, cada uno lo vivimos de una forma.
P- Y el cansancio, la desesperanza, que es lo que más notamos en la pandemia, ¿también nos cambia la forma de alimentarnos?
R- Tiene relación, por supuesto.
Cuando estamos cansados, desganados y tristes, buscamos resultados a costa del menor esfuerzo posible. Tenemos tan poca motivación y energía que, si podemos resolver todo aquí y ahora, lo preferimos. ¿Qué relación tiene esto con la alimentación? Que, si tengo que elegir entre ponerme a cocinar algo más o menos elaborado o recurrir a algo rápido como lo es la comida a domicilio o un plato precocinado… me iré, muy probablemente, a la segunda opción.
P- No sé si comemos distinto, pero sí bebemos distinto. Durante el confinamiento el alcohol era una constante en los encuentros online… ¿en este semiconfinamiento seguimos bebiendo más que antes del covid19?
R- Aunque quizás ahora, pasado ya un año del comienzo de la pandemia, estamos tomando más consciencia de nuestro estado de salud y somos más responsables en ese sentido, sí es cierto que desde el comienzo de la pandemia hemos aumentado a nivel poblacional el consumo de alcohol.
El alcohol al ser una sustancia depresora del sistema nervioso central, a corto plazo, nos genera un estado placentero y nos aporta calma. Este es precisamente el motivo por el que se ha consumido en mayores cantidades desde marzo de 2020.
Sin embargo, aunque a corto plazo nos produce esa sensación de bienestar, a medio/largo plazo puede acabar influyendo sobre otras cuestiones como el estrés, la ansiedad o la conciliación del sueño.
P- ¿Hay algún tipo de dieta que nos ayude a sobrellevar esta fatiga pandémica que cada vez acusamos más?
R- Cuántos más factores saludables incluyamos en nuestra rutina, más y mejor podremos sobrellevar estos tiempos tan difíciles e insólitos.
Respecto a dietas concretas, no hay ninguna “dieta milagro” que nos regule emocionalmente y nos haga sobrellevar esta fatiga pandémica de mejor modo. No podemos depositar la responsabilidad de nuestro sistema emocional en nuestros patrones de alimentación, porque el resultado de una buena regulación emocional no solo recae en la alimentación, sino en otros muchos factores como la práctica de ejercicio diario, el mantenimiento de vínculos sociales adaptándolo a las circunstancias, el seguir rutinas estrictas respetando los horarios, el pedir ayuda profesional cuando hay alguna limitación que no podemos resolver nosotros mismos…