Redacción, 23-08-2020.- Las Isquialgias o entensopatia insercional de los músculos Isquiotibiales se caracterizan por dolor en el extremo superior la cara posterior del muslo, justo debajo del glúteo, es una dolencia que afecta frecuentemente a corredores, aunque la pueden padecer todos los deportistas de carrera, salto y fuerza con el tren inferior. Su incidencia va aumentando a medida que envejecemos y es mas frecuente en el sexo femenino debido a los cambios en el colágeno.
¿Por qué ocurre?
Tal y como recoge Santa Coloma, si bien puede originarse en un desgarro proximal de los músculos isquiotibiales que pasó desapercibido o no fue tratado correctamente, en la mayoría de los casos es una típica lesión por sobreuso donde la carga de trabajo supera la capacidad de adaptación de la inserción muscular. Esta sobrecarga genera micro lesiones en la inserción muscular que va progresando con el tiempo y los trabajos con carga excéntrica (contraer el musculo cuando se encuentra estirado).
Si los síntomas persisten o progresan, una vez más se debe recurrir a terapias invasivas, como ser el Plasma Rico en Plaquetas, las Ondas de Choque, la electrólisis percutánea (MEP), siempre guiada por ecografía, ya que la lesión es pequeña, profunda y cercana a elementos nobles como ser el Nervio Ciático. Sin esa guía la efectividad del tratamiento disminuye considerablemente.