Redacción, 16-02-2016.- El Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Ginocología y obstetricia han acordado un protocolo común para el seguimiento del virus Zika durante el embarazo. El objetivo de este protocolo que ha sido aprobado por la Comisión de Salud Pública es estandarizar las recomendaciones y el tratamiento a las mujeres embarazadas con sospecha o diagnóstico confirmado del virus.
En primer lugar se destaca que no existe evidencia que sugiera que las gestantes sean una población más susceptible de adquirir la infección del virus Zika, o de que éste se manifieste con más virulencia durante la gestación. Sin embargo, las embarazadas y las mujeres con intención de quedarse embarazadas constituyen el principal grupo de riesgo en relación con este virus, dado el incremento observado de casos de microcefalia y otras malformaciones en recién nacidos de mujeres que han estado infectadas.
El protocolo establece que a las mujeres embarazadas , con síntomas compatibles al Zika, se les tomarán muestras de orina y de sangre para descartar la presencia del virus zika mediante PCR o serología y neutralización de anticuerpos. Asimismo, la presencia de hallazgos ecográficos de microcefalia y/o calcificaciones intracraneales en el feto de una mujer con antecedente de haber estado en una zona con transmisión indica también la necesidad de realizar estudios para descartar el virus.
En el caso de las mujeres embarazadas que se ha confirmado su diagnóstico de Zika se realizarán ecografías seriadas para controlar el crecimiento y, sobre todo, la morfología fetal cada dos semanas, siendo imprescindible el concurso de obstetras avanzados en el diagnóstico ecográfico prenatal y en la sospecha diagnóstica de infección fetal.
Ante los casos de recién nacidos con evidencia de infección materna del virus Zika, se recomienda llevar a cabo la serología y neutralización en sangre de cordón, examen histopatológico de la placenta y cordón umbilical y PCR del virus en tejido placentario congelado y cordón umbilical.