Redacción, 10-11-2014.-Se necesitan pequeñas cantidades de vitamina A, vitamina D, vitamina E y vitamina K para mantener una buena salud. Ahora bien, ¿cuándo sabemos que en nuestro cuerpo hay deficiencias de vitaminas?
Vitamina A
Comencemos por la vitamina A, también llamada retinol, que tiene entre sus funciones, además de ayudar a los ojos a adaptarse a los cambios de luz, desempeña un papel importante en el crecimiento óseo, el desarrollo de los dientes, la reproducción, la división celular, la expresión génetica y la regulación del sistema inmunológico. La piel, los ojos y las membranas mucosas de la boca, la nariz, la garganta y los pulmones dependen de la vitamina A para permanecer húmedas.
Vitamina D
La vitamina D desempeña un papel crítico en el uso por parte del cuerpo del calcio y el fósforo. Funciona al aumentar la cantidad de calcio absorbido en el intestino delgado, lo que ayuda a formar y mantener los huesos. La vitamina D beneficia el cuerpo, jugando un papel fundamental en la inmunidad y el control del crecimiento celular.
Vitamina E
La vitamina E beneficia el cuerpo al actuar como un antioxidante, y protege las vitaminas A y C, las células rojas de la sangre, y los ácidos grasos. La escasez de vitamina E es rara. Estos casos por lo general sólo ocurren en bebés prematuros y en aquellos que no pueden absorber las grasas.
Vitamina K
La vitamina K es producida naturalmente por las bacterias en los intestinos y desempeña un papel esencial en la coagulación normal de la sangre, promoviendo la salud de los huesos, y ayudando a producir proteínas de la sangre, los huesos y los riñones.
Vitamina B12
Necesitamos la vitamina B12 para producir glóbulos rojos, que son los que transportan oxígeno por todo el cuerpo. Normalmente, la vitamina es absorbida por el sistema digestivo. No tener suficiente vitamina B12 puede provocar anemia, lo que significa que nuestro cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos para hacer su trabajo.