Redacción, 30-01-2018.- La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), y la Sociedad Española de Medicina de Tráfico (SEMT) reclaman formalmente a la Dirección General de Tráfico (DGT) que se impulsen campañas de concienciación entre los conductores fumadores y que no se permita el consumo de tabaco durante la conducción.
Esta petición subraya que la necesidad de hacer conscientes a los conductores de que es imprescindible evitar fumar dentro del vehículo independientemente de quién viaje en él, ya que “el consumo de tabaco afecta a la capacidad refleja, motora y cognitiva del conductor y puede ocasionar accidentes de tráfico en los que ocupantes, usuarios de la vía pública y el propio conductor se vean seriamente afectados”, afirma la Dra. Esther Redondo, coordinadora del grupo de trabajo de Actividades Preventivas de SEMERGEN.
Según datos de la DGT, la conducción distraída o desatenta ha supuesto un 32% de las víctimas por accidentes de tráfico en 2017, y más del 60% de los accidentes se deben a la pérdida de contacto visual con la carretera. El tabaco, considerado como una distracción al volante, requiere que el conductor se vea obligado a conducir con una sola mano, mientras busca el cigarrillo, lo aproxima a la boca, busca el mechero y enciende el cigarrillo o si va echando las cenizas por la ventanilla del vehículo.
“Fumar dentro de un vehículo perjudica la salud del propio conductor y disminuye su capacidad de concentración, ya que puede ocasionarle cefaleas, cansancio, fatiga, elevación de la presión arterial y mala oxigenación; también es nocivo para los acompañantes o fumadores pasivos, al encontrarse éstos en un habitáculo pequeño, mal ventilado y estar expuestos a una concentración de humo 30 veces superior a las de una vivienda”, advierte el Dr. Fernando Pérez Torralba, presidente de la SEMT.