Redacción, 25-10-2020.-En España tartamudean, de forma habitual, alrededor del 2% de adultos y del 5% de los niños, lo que supondría unas 17.000 personas afectadas por disfemia en Extremadura y cerca de 800.000 en España, según datos de la Fundación Española de la Tartamudez que hoy conmemora el Día Internacional del Conocimiento de este trastorno, con el fin de concienciar y sensibilizar a la población sobre la disfemia.
Tal y como recoge Quirónsalud, a pesar de ser un trastorno documentado desde hace tiempo, podemos decir que el origen sigue siendo desconocido y que existen multitud de factores que podrían estar influyendo (genéticos, fisiológicos, lingüísticos, ambientales…) como ha indicado la psicóloga Marta Alba Redondo, de Quirónsalud Clideba.
Para poder reconocer la disfemia, es importante observar los síntomas que nos pueden hacer sospechar sobre la presencia de este trastorno, como son la repetición de sonidos y sílabas, la prolongación de sonido de consonantes y de vocales, las pausas en medio de una palabra, la sustitución de palabras para evitar las que puedan ser problemáticas a la hora de pronunciarlas o la producción de palabras con un exceso de tensión física.
Estos síntomas, explica la psicóloga Alba Redondo, nos pueden alertar de la existencia de tartamudez. En este sentido, la experta ha alertado de la importancia de la atención temprana y de pedir ayuda en el momento que notamos que un niño está teniendo dificultades para hablar y, además, vemos que es consciente de esta dificultad, porque evita ciertas palabras e incluso muestra ansiedad.
Aunque es frecuente que esta dificultad desaparezca por si sola, sin necesidad de tratamiento especializado, es importante que sea evaluado, orientado y tratado, si es necesario, lo antes posible para evitar posibles consecuencias negativas de cronificación, además de evitar un posible sufrimiento al niño, pero también a sus familiares.