Redacción, 09-01-2021.- El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) afecta a alrededor de un 7,5 % de los niños. Sin embargo, este trastorno conocido y tratado durante la infancia es casi un desconocido en la edad adulta cuando sigue afectando a alrededor del 4,4 % de la población.
Tal y como recoge 20 Minutos, los adultos con TDAH suelen ser personas que han vivido desde muy pequeñas la experiencia del rechazo y de sentirse diferente y esto los ha llevado a desarrollar rasgos, trastornos de personalidad que afectan a su relación social y a su autoestima”, explicó la doctora Juncal Sevilla Vicente, psiquiatra en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
¿Cómo es un adulto con TDAH?
Un adulto que padece TDAH, pero que no fue diagnosticado ni tratado de niño, es probable que haya tenido un escaso rendimiento académico durante su vida, así como problemas de adaptación al medio laboral y en sus relaciones interpersonales. Un adulto con TDAH, tiene, por ejemplo, más probabilidades de tener un accidente de tráfico, de padecer ansiedad o depresión y un elevado riesgo de ser adicto a sustancias tóxicas.
Las manifestaciones más comunes de las personas adultas con TDAH son, según la Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad:
•Menor estabilidad laboral, muchas veces porque cometen más errores o descuidos, son desorganizados, se distraen fácilmente o tienen problemas de concentración en algunas tareas.
•Son personas «con mucha energía».
•Hablan en exceso e interrumpen para responder antes de que hayan terminado de formularles la pregunta y se entrometen frecuentemente en conversaciones ajenas.
•Son impacientes y presentan dificultades para esperar el turno. Esto se manifiesta, por ejemplo, en que les cuesta esperar en un atasco en la carretera, en una cola, etc.
•Son personas soñadoras y parece que no escuchan cuando se les habla.
•Suelen empezar muchos proyectos al mismo tiempo, aunque tienen problemas para finalizarlos.
•Suelen ser olvidadizos y despistados.
•Les cuesta estar sentadas sin moverse o sin juguetear con las manos y los pies.
•Tienen más dificultades para controlar los impulsos, regular las emociones y suelen ser más temerarios. Esto provoca que sean más irritables y se encolericen con facilidad.
•Se sienten intranquilos, inquietud subjetiva interior.
•Tienen más problemas en sus relaciones interpersonales y de pareja.
•Suelen tener una baja autoestima y baja tolerancia a la frustración.
¿Por qué el diagnóstico suele ser tardío?
Para poder diagnosticar TDAH a un adulto los síntomas tienen que estar presentes desde la infancia. Los síntomas relacionados con la hiperactividad suelen remitir, cambiar o aminorarse con los años, algo que no sucede con la atención y la impulsividad.