Redacción, 02-03-2020.- El estrés puntual aparece como consecuencia de una situación de alta presión en un momento determinado, y si esto se repite a lo largo del tiempo puede terminar por desencadenar una patología severa, generando complicaciones tales como problemas musculares, estomacales, intestinales y psicológicos, entre otros.
Sin embargo, poniendo en práctica ciertas técnicas, como el entrenamiento autógeno o la respiración por coherencia cardíaca, es posible mejorar el autocontrol emocional, alcanzando un estado de tranquilidad y bienestar que permita superar el pico de estrés.
Tal y como indica la Dra. María Sánchez, e-Health Medical Manager de Cigna España: “la presión en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana puede terminar por generar una reacción en nuestro organismo. Dichas reacciones pueden ser de naturaleza emocional, cognitiva, conductual y/o fisiológica. Para evitar llegar a este punto extremo, lo primero es saber identificar este estado anormal, y después saber cómo poner en práctica ciertas técnicas que estén a nuestro alcance para volver a la calma”.
Los picos de estrés puntuales pueden ser la antesala a una situación de estrés continuado, que termine generando un impacto negativo en la salud. Por eso, la aseguradora de salud Cigna expone cinco técnicas de gestión de estrés esporádico que nos ayudarán a mejorar el control sobre nuestras emociones:
- Escuchar música a un volumen adecuado. El ruido que provocan los teléfonos o las impresoras en una oficina puede desencadenar estrés. Sin embargo, escuchar música ayuda a eliminarlo y a asociar el trabajo con un valor positivo. Tanto es así que 7 de cada 10 personas logran una mayor concentración y mejoran su estado de ánimo.
- Controlar la respiración diafragmática. Saber respirar de manera profunda y pausada es una de las mejores técnicas para cortar con el estrés.
- Aprender técnicas de relajación ocular. Fijar la vista durante mucho tiempo en un punto fijo hace que se fuercen los músculos de los ojos, provocando sequedad, visión borrosa o espasmos oculares, y en última instancia puede llegar a causar estrés visual.
- Destensar el cuerpo gracias al Entrenamiento Autógeno. Los músculos de la mandíbula y los que rodean los ojos y la boca, así como los músculos del cuello y la espalda, son los primeros en tensarse. Si estos episodios de estrés esporádicos se mantienen en el tiempo podrán generar reacciones inflamatorias como la tendinitis o el síndrome del túnel carpiano.
- Evitar comer compulsivamente. Para evitarlo, el primer paso es aprender a diferenciar entre hambre fisiológica y hambre emocional.