Redacción, 07-02-2019.- Un diagnóstico de cáncer cerebral en niños siempre supone un impacto emocional para los familiares y su entorno. Los tumores cerebrales en niños habitualmente afectan a la fosa posterior del cerebro, al tronco cerebral y a la médula espinal.
Tal y como recoge Vithas, su tratamiento combina cirugía, quimioterapia y radioterapia. “Afortunadamente, gracias a los avances médicos y a la alta especialización de los profesionales, las tasas de supervivencia son cada vez más elevadas”, explica la Dra. Carolina Colomer, directora médica de NeuroRHB y médica rehabilitadora en el servicio de neurorrehabilitación pediátrica del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo.
El tamaño, tipo o localización del tumor va a determinar muchas de las alteraciones neurológicas, pero es importante tener en cuenta que existen otros factores que las condicionan. Según la doctora Colomer, “los tratamientos que se han tenido que administrar se sabe que tienen un impacto decisivo sobre las funciones neurológicas, sobre todo en las habilidades cognitivas.De hecho, el estrés emocional, el absentismo escolar y el apoyo social también afectan de forma directa a la evolución de estas manifestaciones neurológicas”.
Una vez superada la fase aguda, es importante valorar de forma minuciosa y establecer un plan de rehabilitación específico lo antes posible, para abordar las manifestaciones neurológicas que aparecen secundarias a todo el proceso, que puede tener repercusión sobre aspectos motores, cognitivos, en el lenguaje y emocionales. “Respecto al movimiento, -asegura Colomer-, encontramos alteraciones del equilibrio, movimientos anormales (como temblor o espasmos), debilidad o parálisis de una parte del cuerpo o problemas en la organización o en la eficacia de los movimientos (los niños parecen más torpes y se caen con frecuencia).
Pero las alteraciones motoras, aunque son las más evidentes no son las únicas. Tal como explica la doctora Colomer “también puede estar alterada la sensibilidad, la deglución o el lenguaje. Además, los problemas emocionales y conductuales pueden aparecer como reacción a todo este proceso vital o ser secundarios a la lesión cerebral en sí misma”
Según la directora médico de NeuroRHB, “es importante detectar y diseñar un plan de rehabilitación específico de las alteraciones neurológicas después de un tumor cerebral, ya que se sabe que un buen tratamiento puede mejorar la evolución y prevenir algunas alteraciones cognitivas”.