Hasta el 80 por ciento de los tumores en estado avanzado presentarán metástasis óseas, con especial incidencia en cáncer de próstata y mama, según explicó el jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Guadalajara, Javier Cassinello, durante el encuentro Actualización en el Abordaje de las Metástasis Óseas, organizado con la colaboración de Amgen.
«El problema no son sólo los eventos relacionados con el esqueleto (ERES), que afectan al 50 por ciento de los pacientes: fractura patológica, compresión medular, necesidad de cirugía ósea y radioterapia. Hay que recordar también que, como consecuencia, el paciente sufre dolor y su movilidad queda reducida, con los consiguientes gastos para el sistema», señaló Cassinello.
Respecto al coste farmacológico, el presidente del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG), Daniel Castellano, resaltó la importancia de buscar un equilibrio «entre el coste y el tratamiento seguro de la enfermedad, recordando siempre valorar el tratamiento teniendo en cuenta el dolor del paciente».
Por su parte, Víctor Rodríguez, director general del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), suscribió estas palabras al asegurar que el médico no debe sólo «tratar al paciente, sino preguntarle por sus expectativas y la calidad de vida que desea tener para valorar el tratamiento teniendo en cuenta todas las aristas.
Durante el encuentro quedó patente que las últimas décadas, el aumento de la prevalencia de las metástasis óseas ha forzado un nuevo abordaje de la enfermedad desde el punto de vista del coste, del paciente y de la innovación; así como la notable subida de la supervivencia a enfermedades antes necesariamente mortales, ha provocado que las consecuencias de su desarrollo se agraven.
Por este motivo, el director general de Hospitales del Servicio Madrileño de Salud, Antonio Burgueño, defendió «un presupuesto sanitario incremental, porque la tendencia inevitable al aumentar la supervivencia es la de que haya más enfermos crónicos».
Burgueño recordó que en Madrid, actualmente, se emplean «entre 45 y 60 millones de euros» en prevenir y tratar metástasis óseas, «a los que se da buen uso», aunque indicó que «siempre puede haber mejora en el uso eficiente de los recursos».
Para aumentar dicha eficiencia, reclamó la existencia de un registro nacional de tumores que permita hacer una valoración global del problema del cáncer en España. Además, aseguró que es tarea del médico ocupar parte del tiempo en el papeleo que ayudará a otros a poder hacer un trabajo mejor.