Redacción, 26-03-2021.- El Instituto Palacios recomienda a las mujeres, especialmente con riesgo genético y con el número de hijos deseado, realizarse un diagnóstico específico a partir de los 35 años para prevenir el cáncer de mama. El estudio genético, que se hace a través de un simple análisis de sangre, permite el diagnóstico previo de muchas enfermedades, entre las que se incluyen las oncológicas.
“Conocer si un cáncer tiene rasgos hereditarios o no, es importante para adelantarse a su aparición, obtener un diagnóstico temprano y elegir el tratamiento más preciso”, explica la Dra. Mariella Lilue, directora médica del Instituto Palacios y responsable del área de Ginecología y Obstetricia en el Instituto Palacios.
La doctora señala que, “cuando el origen de un cáncer de mama es genético, existe un alto riesgo de que sus hermanas e hijas lo puedan padecer en un futuro. Por esto la prevención es tan importante cuando hablamos del cáncer de mama”.
Las pruebas diagnósticas que determinan la probabilidad de desarrollar un cáncer de mama genético son las denominadas BRCA 1 y BRCA 2.
Estudian los genes BRCA 1 y BRCA 2, encargados de inhibir los tumores malignos, identificando si existen polimorfismos o mutaciones en ellos. Las personas que sufren alteraciones en estos genes tienen mayor riesgo de desarrollar patologías oncológicas, en su mayoría cáncer de mama y de ovarios en el caso de las mujeres, y de próstata en el de los hombres.
“Si este test es positivo, la posibilidad de que la mujer desarrolle cáncer de mama puede, en algunos casos, llegar a ser muy alta, situándose en torno a un 60-80%, lo que supone un riesgo muy alto comparado con el 12 a 13% de las mujeres que no presentan polimorfismos en estos genes”, afirma la Dra. Lilue.