Redacción, 28-05-2020.- La calidad de la dieta y la microbiota intestinal ligada a un patrón dietético saludable son más determinantes en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (DM2) que la obesidad. Así lo demuestra un estudio desarrollado por investigadores del CIBER Diabetes y Enfermedades Metabólicas (CIBERDEM) en el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) junto con el Consorcio de Atención Primaria de Salud del Eixample de Barcelona (CAPSBE) que ha publicado la revista Clinical Nutrition.
Esta nueva investigación ha revelado que cuando se sigue una dieta sana, la presencia de obesidad no aumenta el riesgo de DM2, algo que sí ocurre en personas con mala alimentación.
Tal y como recoge el CIBERDEM, este hallazgo podría cambiar la estrategia dietética en pacientes prediabéticos hacia enfoques centrados en una alimentación más saludable, en detrimento de dietas restrictivas enfocadas a la pérdida de peso.
Existe una relación directa entre la diabetes mellitus tipo 2 y la obesidad, que no solo incrementa el riesgo de sufrir la enfermedad, sino que también empeora la evolución de la patología y sus consecuencias.
Dado que no hay cura para la DM2, frenar el desarrollo de la misma es uno de los principales desafíos para la investigación en este campo, que busca cómo evitar el avance de la fase de prediabetes, cuando el riesgo es muy elevado pero todavía prevenible. En esta fase, la pérdida de peso es una de las estrategias probadas para ralentizar el progreso de la diabetes.
Sin embargo, las personas mayores, con un riesgo un 50% superior de pasar de un estado prediabético a la diabetes, son también más vulnerables a las estrategias dietéticas para la pérdida de grasa basadas en la restricción calórica. Por ello, debe sopesarse el beneficio de estas dietas en este colectivo, ya que pueden provocar riesgos potenciales como sarcopenia, deterioro funcional, malnutrición y fragilidad.