Redacción, 03-09-2020.- El uso de mascarilla es obligatorio en cualquier espacio público abierto o cerrado y ante la evolución de la pandemia se han convertido en un accesorio más, pero su uso prolongado durante horas junto a las altas temperaturas está causando numerosos problemas en el cutis: desde roces, rojeces, cortes, irritación hasta la reaparición o agravamiento del acné.
Tal y como recoge Quirónsalud, las reacciones cutáneas más comunes son las irritaciones en la piel y cada tipo de mascarilla suele generar diferentes tipos de reacciones. Las mascarillas quirúrgicas de papel suelen dar problemas principalmente en la zona de la goma, ya sea en la oreja o en el cuello. Mientras que las mascarillas FFP2 al ser más oclusivas y quedar más ajustadas al rostro generan irritaciones en las zonas anteriores junto con el dorso de la nariz y las mejillas.
Por eso, desde el Servicio de Dermatología del Hospital Universitari Sagrat Cor se recomienda adoptar una nueva rutina de cuidado facial para prevenir posibles problemas y preparar nuestra piel ante el uso rutinario de la mascarilla:
- No aplicar maquillaje bajo la mascarilla para evitar su efecto oclusivo y contaminante.
- Preparar la piel: lavarse bien la cara antes de colocar la mascarilla
- Hidratar la piel: una crema protectora fluida y de absorción fácil, en el caso de usar la mascarilla de manera intermitente.
- Si se utiliza mascarillas de tipo FFP1 es importante no reutilizarlas ni exceder su uso máximo de 4 horas y cambiar la mascarilla con frecuencia
- Mantener una rutina facial: utilizar agua micelar o jabón suave para lavar el rostro
- En el caso de sufrir una alteración cutánea mayor es recomendable visitar a un profesional