Redacción, 27-05-2018.-La mayor parte de las hortalizas tienen ciclos largos que permiten consumirlas durante casi todo el año, pero hay una serie de ellas que son típicas de primavera, como las cebollas, los puerros, los ajos tiernos, el espárrago, el calabacín, el pepino y el pimiento rojo. Del uso y propiedades nutricionales de estas verduras habla Laura González, responsable de Nutrición y salud de Nestlé, según recoge ‘Efe Salud’.
Las verduras solo engloban a las partes verdes de las plantas que consumimos, mientras que el término hortaliza hace referencia a todas las plantas que se cultivan en el huerto.
Verduras como cebollas, ajos y puerros contienen compuestos de azufre volátiles, responsables de su aroma, que les confieren su sabor picante y que son la causa de que los ojos lloren cuando se cortan, explica Laura González. “Algunos estudios sugieren que los compuestos sulfurados como la lisina podrían tener efectos beneficiosos para el organismo. De hecho se le atribuyen efectos antibióticos y reductores de la presión arterial”.
La cebolla es fuente de fibra y aporta muy pocas kilocalorías, unas 33 por cada 100 gramos. Este ingrediente es indispensable en la mayoría de los platos de la cocina española y mediterránea, y es la base de los condimentos y preparaciones, de los sofritos típicos de la reconocida dieta mediterránea. “Las hay blancas y moradas, y se pueden consumir frescas, secas o en encurtido”.
El puerro destaca por su versatilidad, y en muchas ocasiones se utiliza como sustituto de la cebolla.“Al igual que la cebolla, contiene sustancias sulfurosas, pero en menor cantidad, y por ello su aroma es más suave”. También es rico en ácido fólico y aporta otras vitaminas como la Cy la piridoxina o vitamina B6, que es “clave para el metabolismo de la energía, para el sistema nervioso y para el sistema inmune, y ayuda a reducir el cansancio y la fatiga”.
El espárrago es la verdura de primavera por excelencia. “Se trata de un alimento con alto contenido en fibra y bajo nivel calórico, y su fibra está presente en forma de inulina y oligofructosa, sustancias que son muy beneficiosas para el desarrollo de una adecuada flora bacteriana”.
El calabacín y el pepino son alimentos de la misma familia, pero la forma de consumo es diferente. “Mientras que habitualmente el calabacín suele consumirse cocido, el pepino se consume en crudo”, explica Laura González.
Finalmente, el pimiento es un ingrediente de curiosa procedencia. “Es originario de América y debe su nombre a que los primeros que llegaron a la península eran picantes”. Se puede consumir crudo, asado o incluso frito, es el ingrediente principal de muchos platos y salsas, y en algunas zonas también se suelen cocinar rellenos.