Redacción, 17-11-2020.- La vitamina E actúa como antioxidante en nuestro cuerpo. Además ayuda a proteger a nuestras células de los daños provocados por los radicales libres y estimular nuestro sistema inmunitario para combatir con mayor éxito enfermedades comunes como la gripe o el resfriado, según recoge 20 Minutos.
Se trata de una vitamina liposoluble, es decir, se disuelve en las grasas y en los lípidos de nuestro cuerpo.
La cantidad de vitamina E que necesitamos tomar a diario no es demasiado elevada, por lo que llegar a los requerimientos mínimos es bastante fácil.
Como indican los NIH, nos hacen falta 15 mg de vitamina E cada día para poder mantener nuestro sistema inmune sano. En el caso de las mujeres que están lactando, esta cantidad puede elevarse un poco hasta los 19 mg.
Con una dieta sana y equilibrada es posible llegar a estos requerimientos mínimos de vitamina E sin ningún tipo de problema. No obstante, algunas personas pueden no aprovechar toda la vitamina E de los alimentos. En estas situaciones suplementarse puede ser importante, aunque esto siempre será una decisión que deberá tomar un médico para evitar un exceso de esta vitamina.
Alimentos ricos en vitamina E
La vitamina E la podemos encontrar en alimentos como los aceites vegetales, los frutos secos, las hortalizas de hoja verde y en algunos cereales para el desayuno. Así, el aceite de oliva tiene 14,3 mg de vitamina E por cada 100 gramos, las almendras unos 24,2 mg y las avellanas 15,3 mg.
El salmón también tiene vitamina E, aunque en menor cantidad, unos 2,02 mg, y el aguacate llega hasta los 2,6 mg. Tambien lo son el brócoli y las espinacas.