Redacción, 08-03-2022.- Los superalimentos no existen, al menos ninguno por sí solo es la panacea de la salud, pero cada cierto tiempo se cuela alguna nueva moda en la lista de los ingredientes milagrosos. Uno de los últimos en llegar es el aloe vera, una planta conocida por sus bondades para la piel, que ahora se ha colado en la cocina. Y es que, tanto la parte externa de las hojas como la gelatinosa que alberga en su interior son comestibles, aunque no lo es la sustancia que se halla a medio camino entre ambas, de color amarillento, y que se denomina aloína.
Tal y como recoge La Razón, lo último al respecto ha llegado de la mano de cuatro investigadoras de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla que hace pocas semanas patentaron una fórmula a base de gel de aloe con hidroxitirisol, un antioxidante natural que se encuentra en la hoja y el fruto del olivo. Y los resultados parecen prometedores, ya que esa mezcla permite comer sin que las grasas acumuladas generen consecuencias nocivas para la salud, además, es capaz de prevenir el sobrepeso, la hiperglucemia y la hipercolesterolemia, según apuntan sus primeros hallazgos en modelos animales.
«Por sus múltiples propiedades, el jugo de aloe vera es una de las plantas más beneficiosas para el organismo, especialmente para la salud estomacal. De forma específica, es capaz de reducir la molesta acidez, el reflujo y las úlceras estomacales, gracias a su potente efecto calmante y regenerador sobre la mucosa del estómago, que en estos casos se encuentra alterada. Igualmente, su eficacia ha sido probada para combatir los efectos irritantes de la esofagitis. Y tomarlo cada mañana de manera regular antes del desayuno, mezclado con un vaso de agua o con zumo, contribuye además a reforzar las defensas», asegura Andrés Chico, farmacéutico y responsable de Calidad de Atlantia.
Sin embargo, tal y como advierte Laura Regueiro, miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, la Comisión Europea no permite ninguna alegación de salud sobre el aloe vera ni sobre sus componentes porque no está demostrado científicamente que tenga beneficios para la salud a través de su ingesta. Se puede encontrar información sobre sus supuestas propiedades reguladoras de desórdenes digestivos, sobre el sistema inmune, antifúngico, antioxidante… Pero nada de esto está demostrado. Normalmente estas propiedades se amplían derivadas del campo de la cosmética a la alimentación sin ningún fundamento científico, lo que se conoce por efecto halo».