Redacción, 07-02-2022.- Cuando se trata de practicar deporte es común prestar atención a aspectos como el aumento de la musculatura, la mejora de la resistencia y las habilidades de respiración. Sin embargo, es imprescindible no dejar de lado todo aquello que tiene que ver con la salud bucodental porque la práctica deportiva tiene también un efecto directo en la salud de la cavidad oral.
Tal y como recoge Sanitas, “ya seas profesional o amateur, siempre que se realice deporte de manera regular, hay que tener muy en mente el cuidado de la salud bucodental. De hecho, cada vez somos más los entrenadores que insisten en que los atletas pasen revisiones periódicas en el dentista para comprobar que todo está bien. Debido a que se ha visto que tener caries puede aumentar la probabilidad de padecer alguna lesión principalmente de tipo muscular”, explica Pedro Jiménez, entrenador de bluaU de Sanitas.
“Es necesario concienciar sobre cómo puede afectar el deporte a nuestra salud bucodental. Todas las personas que practican ejercicio de manera regular deben prestar especial atención a esto y tener una buena higiene bucodental, tomar medidas de prevención y tratar las afecciones que surjan”, matiza Manuela Escorial, odontóloga del departamento de Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental.
Ante esta situación, los expertos de Sanitas Dental han elaborado un listado con los principales problemas bucodentales que pueden aparecer con la práctica deportiva:
- Caries: la deshidratación, el consumo de productos para hidratarse con elevados niveles de azúcar, carbohidratos, minerales y ácidos o bebidas con un PH bajo fomentan la aparición de caries. Las barritas energéticas también pueden ayudar a la formación de caries, ya que se adhieren a los dientes y se quedan en zonas poco accesibles con el cepillo. Además, al hacer ejercicio se inhala mucho aire por la boca, fruto de la fatiga y el cansancio que nos lleva a respirar de esa manera, provocando que se seque la cavidad oral y disminuyendo la cantidad de menos saliva que protege de las caries y otros problemas.
- Inflamación de las encías: la composición de la saliva va cambiando con la práctica del deporte -se vuelve progresivamente más alcalina-, lo que desencadena la formación de sarro. Si no se elimina o trata la placa bacteriana, se desarrolla una inflamación de las encías, conocida como gingivitis, y que puede evolucionar a periodontitis cuando los problemas de inflamación de las encías se acompañan de pérdida de hueso.
- Desgaste dental o bruxismo: el estrés y la tensión a la hora de hacer ejercicio, sobre todo en el caso de los deportistas de élite o durante las competiciones, hace que se aprieten en exceso los dientes. Así, el contacto de unos contra otros se vuelve mayor, provocando el posible desgaste de las piezas y dolores en la musculatura de masticación y la articulación temporomandibular.
- Traumatismos dentales: muchos deportes elevan el riesgo de traumatismos en los dientes, con roturas, movimientos e, incluso, pérdidas de dientes. Por ello, en algunos deportes de contacto como el boxeo o el rugby, se utilizan protectores bucales como parte de la equipación.