En concreto, en estos Puntos SIGRE distribuidos por las más de 22.150 farmacias españolas se recogieron una media de 107,76 gramos de estos residuos por habitante.
Una sensibilización social que también ha quedado plasmada en el último sondeo realizado para esta entidad sin ánimo de lucro creada por el sector farmacéutico, según el cual el 90% de los españoles considera perjudicial para el medio ambiente tirar los medicamentos a la basura o por el desagüe.
“Es clave para nuestra salud y para el medio ambiente el uso adecuado del medicamento, y este finaliza cuando se depositan sus residuos en el Punto SIGRE. Esta sencilla práctica reduce el peligro que puede suponer el consumo de medicamentos sobrantes o caducados, además de evitar la contaminación de nuestros ríos y suelos, como ocurriría si los tiráramos a la basura o por el desagüe” explica Miguel Vega, director general de SIGRE.
Tal y como recoge SIGRE, de acuerdo a la normativa vigente, la distribución farmacéutica es la encargada de recoger de las farmacias los residuos de medicamentos y sus envases que los ciudadanos han ido depositando en los Puntos SIGRE. Una vez recogidos, en cualquiera de las visitas que realizan a la farmacia diariamente para entregar nuevos medicamentos, son trasladados a sus almacenes y depositados allí en contenedores estanco, ubicados a su vez en una zona especialmente identificada de sus instalaciones y separada de los productos farmacéuticos. Desde ahí, gestores autorizados los llevan hasta la Planta de Clasificación de Envases y Residuos de Medicamentos situada en Tudela de Duero (Valladolid), instalación pionera y referencia mundial en el tratamiento de este tipo de residuos.