Redacción, 21-03-2025.- Una alimentación saludable no se basa en restricciones, sino en el equilibrio y la variedad. Adoptar hábitos sostenibles, combinar una dieta nutritiva con ejercicio regular y ser consciente del impacto ambiental de las elecciones alimentarias contribuye al bienestar físico y emocional. Además, disfrutar de los alimentos sin culpa y mantener una relación equilibrada con la comida permite prevenir carencias nutricionales y mejorar la calidad de vida a largo plazo, según Sanitas.
“Lejos de fórmulas drásticas o planes restrictivos, lo más recomendable es introducir los cambios de forma gradual, prestando atención tanto a la composición de los alimentos como a sus efectos en la salud y el bienestar. Por ello, es fundamental evitar dietas muy restrictivas, ya que pueden provocar carencias nutricionales y conducir al efecto rebote o incluso a atracones. En este sentido, una alimentación consciente, saludable y responsable implica cuidar el bienestar personal y físico, pero también el emocional” señala Alba Soto, nutricionista de Blua de Sanitas.
Los expertos de Sanitas han elaborado un listado con una serie de consejos para cuidar el organismo mientras se respeta el planeta:
- Escuchar las señales del cuerpo: es recomendable comer sin distracciones, dedicando tiempo a cada bocado para identificar la sensación de saciedad y regular las porciones. Se trata de una práctica que favorece un mayor disfrute de los alimentos al mismo tiempo que evita excesos.
- Prevenir los atracones emocionales: en situaciones de estrés o ansiedad, la intervención de un profesional ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta, así como la adopción de técnicas de relajación, son de gran ayuda para manejar los impulsos alimentarios y mantener una relación saludable con la comida.
- Apostar por la variedad nutricional: los alimentos como las frutas, las verduras, los cereales integrales, las legumbres, las proteínas magras y las grasas saludables deben incluirse en la dieta de forma constante, en lugar de limitarse a periodos puntuales.
- Planificar los menús semanales: la previsión en la elaboración de los menús contribuye a equilibrar la ingesta calórica y facilita la combinación adecuada de los distintos grupos de alimentos. Además, organizar las compras con antelación evita recurrir a opciones ultraprocesadas.
- Priorizar productos locales y de temporada: optar por alimentos de proximidad ayuda a disminuir la huella de carbono y fomentar la economía local. Los productos estacionales, además de contar con un precio más bajo, suelen presentar un mejor perfil nutricional y menores necesidades de transporte y almacenamiento.
- Disminuir el desperdicio alimentario: según el último Informe del Desperdicio Alimentario en España, llevado a cabo por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a nivel nacional se desperdiciaron en 2023 1.214,76 millones de kilos/litros, un 1,1% más que en el año anterior. Ante esta situación, es sugerible elaborar raciones ajustadas, conservar los alimentos de manera correcta y aprovechar las sobras en recetas posteriores.