Redacción, 23-03-2022.- La gastroenteritis es el trastorno digestivo más común en niños y niñas. Aunque normalmente no reviste gravedad, es la segunda causa de consulta en urgencias hospitalarias, según la Asociación Española de Pediatría (AEP).
La gastroenteritis consiste en una inflamación de la mucosa del estómago e intestino que cursa con disminución de la consistencia de las deposiciones o un aumento en su frecuencia. Como apunta el doctor Julio Maset, médico de Cinfa, “es una enfermedad muy habitual en los niños y niñas menores de 5 años y, normalmente en esta edad, está provocada por un virus, como el rotavirus o el noravirus, aunque, a veces, la causa de la infección puede ser una bacteria o, incluso, un parásito intestinal. La mayoría de los episodios de gastroenteritis ocurren entre octubre y mayo, con un pico de incidencia entre enero y marzo, como está ocurriendo ahora”.
Consejos para combatir la gastroenteritis en los niños, según CINFA:
- Hidrátale en cantidad adecuada, pero poco a poco. Durante los episodios más agudos de la enfermedad, asegúrate de que tu hija o hijo repone los líquidos y sales que está perdiendo, pero no le hagas beber demasiado de golpe, pues puede provocarle nuevos vómitos.
- Apuesta por las soluciones de rehidratación y evita las bebidas isotónicas. Tomar sueros de rehidratación oral cada poco tiempo es una buena opción para evitar la deshidratación del menor. En cambio, las bebidas isotónicas están pensadas únicamente para adultos durante la práctica deportiva, por lo que no son recomendables en casos de gastroenteritis infantil.
- Inicia su alimentación habitual en cuanto sea posible. El niño debe comer en cuanto tenga apetito, no es necesario ningún periodo de pausa o ayuno ni una dieta astringente. Por eso, ofrécele alimentos de su dieta habitual que le resulten apetecibles e irá pidiendo más comida a medida que se vaya sintiendo mejor.
- No dejes de darle el pecho o el biberón. Si todavía es lactante, y salvo indicación del pediatra, debe seguir tomando el pecho; incluso puedes aumentar la frecuencia de las tomas y hacerlas más cortas. Si toma biberón, no cambies la fórmula ni rebajes su concentración.
- Vigila ciertas señales de deshidratación. Sabrás si tu hijo o hija está deshidratado si tiene los labios y la boca secos o si lleva mucho tiempo sin orinar o tiene los ojos hundidos. En bebés pequeños, es un signo de deshidratación que la zona blanda de la parte superior de la cabeza esté hundida.
- Consulta a tu farmacéutico sobre los probióticos. Tu profesional médico o farmacéutico puede recomendarte probióticos (alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos) para ayudar a repoblar la flora intestinal y acortar algo la duración de la diarrea, de forma que el niño se recupere antes.
- Evita la medicación, a no ser que te lo indique el pediatra. Siguiendo en todo momento las indicaciones de tu médico, puedes dar a tu hijo o hija antipiréticos para aliviar la fiebre. Pero no es necesario, salvo indicación específica, el empleo de antieméticos (fármacos para controlar el vómito) ni de antidiarreicos.
- Máxima higiene para prevenir el contagio. Insiste a tu peque en que se lave las manos cuidadosamente con agua tibia y jabón, durante, al menos quince segundos, después de ir al baño y antes de comer. Por tu parte, procura hacer lo mismo frecuentemente, sobre todo después de ir al servicio, tras cambiar los pañales o asear a tu pequeño y siempre antes de cocinar y comer.
- No lo lleves a la escuela hasta que esté mejor. Aunque es mejor no limitar la actividad del niño o niña, espera a que se encuentre mejor para llevarlo al colegio o la guardería, pues hasta entonces puede contagiar a sus compañeros y compañeras de aula.
- Acude al pediatra si observas ciertos síntomas. Pese a que la mayoría de los casos de gastroenteritis infantil ceden por sí solos a los pocos días, si aprecias signos de deshidratación, si presenta fiebre alta o no cede o si ves sangre en sus deposiciones, debes acudir inmediatamente al médico con tu hijo o hija.