Redacción, 20-06-2024.- Las elevadas temperaturas del verano y un tiempo excesivo de permanencia al sol pueden desencadenar una insolación o golpe de calor, que puede incluso llegar a producir la muerte.
El calor excesivo puede hacer que dejen de funcionar los mecanismos que regulan la temperatura del organismo, de tal modo que ésta suba en apenas unos 10-15 minutos hasta los 40ºC, lo que provoca que el cuerpo pierda mucho agua y se produzca la deshidratación.
Sin embargo, no todas las personas tienen el mismo riesgo de sufrir una insolación. Las personas mayores y los niños son los más expuestos. Pero también los enfermos crónicos, los cardiópatas o los turistas que viajan a países más cálidos procedentes de zonas frías y con pocas horas de sol, según recoge Sanitas.
Prevención de la insolación:
- Hidratación: es la más importante de todas. Hay que mantener el cuerpo convenientemente hidratado, bebiendo unos 2-2,5 litros de agua al día. Lo más conveniente, especialmente para las personas mayores y los niños, es llevar siempre una botella de agua encima y beber a pequeños sorbos cada cierto tiempo, incluso si no se tiene sed. La fruta y la verdura fresca también contribuirá a una buena hidratación. Hay que evitar las bebidas con cafeína y alcohol, ya que tienen un efecto diurético, lo que contribuye a la deshidratación.
- Horas de salida: conviene evitar las horas de mayor calor (entre las 12:00 y las 17:00 horas). La práctica de ejercicio (caminar o correr, por ejemplo) debe realizarse a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Las temperaturas son más suaves y es más fácil encontrar zonas de sombra.
- Caminar por la sombra siempre que se pueda.
- Ropa adecuada: ha de permitir la transpiración. Para ello ha de ser ligera, holgada, mejor blanca (rechaza la luz solar) y de algodón, que permita la transpiración. Las fibras acrílicas retienen más el calor y dificultan la transpiración. En la actualidad hay fibras especiales para el sol, que rechazan la radiación ultravioleta.
- Sombrero y gafas de sol: es muy importante especialmente en niños y ancianos. Protegen del sol. Los sombreros o gorras deben favorecer la circulación del aire en su interior (no deben ajustarse a la cabeza.
- Comida ligera y fresca: evitar las comidas condimentadas y pesadas. La fruta, las ensaladas y en general las hortalizas frescas favorecen la hidratación.
- Vehículos: no permanecer en coches estacionados o cerrados y mucho menos dejar a los niños en estas condiciones. Hay que mantener las ventanillas abiertas o poner el aire acondicionado.
- Casa: debe mantenerse el interior lo más fresco posible. Si no se dispone de aire acondicionado, utilizar el ventilador y mantener las habitaciones en penumbra facilita este objetivo.