Redacción, 25-10-2022.-Los bastoncillos para los oídos son un invento cotidiano en España, y para muchos el principal utensilio para la higiene de nuestro canal auditivo. Sin embargo, son mucho menos recomendables de lo que podríamos pensar en un primer momento.
Tal y como recoge 20 minutos, limpiarse los oídos con estos bastoncillos, a menudo, más que eliminar el cerumen lo que consigue es empujarlo hacia el fondo del canal.
1. No los limpies
La naturaleza es tan sabia que nos ha dotado de unos canales auditivos que, en condiciones normales, se limpian por sí solos; los movimientos de la mandíbula empujan el cerumen hacia fuera del conducto.
2. Usa líquidos específicos
Si el mecanismo natural de higiene auditiva no te convence, la mejor opción es emplear líquidos específicos para ellos. En este caso, se aplican con la cabeza inclinada hacia el lado contrario y, tras un par de minutos, se puede volver a inclinar y dejar caer el líquido con el cerumen sobre un pañuelo.
3. Lavado por irrigación
En determinadas circunstancias, el médico puede recomendar la irrigación, que consiste en la inserción de un chorro de agua a presión a través del conducto (por ejemplo, empleando una jeringuilla).
4. Microsucción
Algunas clínicas realizan la microsucción, un procedimiento por el que se introduce un pequeño dispositivo en el oído y se emplea para retirar el cerumen.