Redacción, 25-09-2022.- Especialistas en Salud Mental del grupo sanitario Ribera recomiendan paciencia, escucha y apoyo de los padres a sus hijos en el inicio del nuevo curso escolar, así como recuperar cuanto antes sus rutinas. “Niños y adolescentes necesitan un entorno seguro”, asegura Pomba Liñares, psiquiatra y pediatra de la Unidad de Psiquiatría y Psicología Infantil y de la Adolescencia del Hospital Ribera Povisa (Vigo).
“Lo más importante es mantener la calma, escucharle y tener paciencia”, asegura la doctora Liñares, quien recomienda, además, hablar con el o la menor regularmente, “poniendo atención y no siendo crítico, pues puede que aumentemos sin querer la presión que siente, intentando validar sus emociones”. En la misma línea se expresa la doctora María Victoria Rodríguez Noguera, psiquiatra de la Unidad Infanto-Juvenil del Hospital Universitario del Vinalopó. “Los padres deben mostrar una actitud tranquila y no ansiosa con el hecho de que sus hijos comiencen las clases, a pesar de ver que sus hijos lo pasen mal yendo a clase”, asegura. El consejo que da esta profesional a los progenitores es la importancia de transmitir a o la menor que el colegio o el instituto “es un lugar enriquecedor, donde van a aprender y a disfrutar”. La doctora Liñares añade la importancia de “acompáñale para afrontar e intentar resolver los problemas cuanto antes y no dejarlos para más adelante”, además de alabar y apoyar sus esfuerzos. Nuria Lázaro, enfermera especialista de la Unidad de Salud Mental infantojuvenil del Hospital Universitario de Torrejón, “no hay un manual de crianza ni instrucciones sobre cómo calmar a cada niño y seguramente cada padre ha desarrollado un conocimiento singular, para ser capaz de no perder los nervios y tranquilizarle en situaciones de estas características, que forman parte de una vida normal”.
Una vez empezado el curso y ajustados los horarios (muchos colegios tienen un horario provisional en septiembre), la especialista de Ribera Povisa recomienda una dieta sana y equilibrada que incluya cinco comidas al día; mantener un buen descanso nocturno; hacer ejercicio físico de forma regular; ayudar al menor a organizar bien las tareas y actividades, “dejando tiempo todos los días para actividades placenteras”; y enséñale estrategias para ayudarle a lidiar con la ansiedad, como organizarse su tiempo, sus materiales y cómo relajarse bajo condiciones de estrés.