Redacción, 04-04-2022.- La primavera es una época de estornudos, congestión y goteo nasal, pero no siempre resulta fácil distinguir si estos síntomas son producto de un resfriado o de la alergia al polen, que afecta a 8 millones de personas en nuestro país, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Como explica Julio Maset, médico de Cinfa, “aunque cada una de estas afecciones cuenta con síntomas específicos, algunos de ellos coinciden, por lo que muchas personas pueden estar convencidas de que padecen resfriados recurrentes, cuando, en realidad, sufren alergia a las gramíneas, el olivo o cualquier otra variedad de polen. Es muy importante saber distinguir ambas patologías para poder elegir el tratamiento más eficaz para cada una y, al mismo tiempo, evitar un uso incorrecto de los medicamentos”.
Asimismo, el experto afirma que “la alergia al polen se caracteriza por los estornudos y la congestión y la secreción nasal acuosa; no obstante, otros de sus síntomas típicos, como el picor de garganta y de nariz y el lagrimeo de ojos, no aparecen en el resfriado. Otra diferencia respecto a los catarros es que no hay dolores, fiebre o malestar, si bien la fatiga y la tos sí pueden presentarse ocasionalmente, especialmente si hay asma alérgica”.
Cómo prevenir la alergia al polen:
- Mejor, dentro de casa. En los días de mayor concentración de polen y, sobre todo, durante los días de fuerte viento, es recomendable que optes por actividades que puedas realizar dentro del hogar.
- Horario poco recomendable. Los intervalos entre las cinco y las diez de la mañana y las siete y diez de la noche son los que acumulan una mayor concentración de polen. Por esta razón, reduce durante esos tramos horarios las actividades al aire libre y mantén las ventanas de casa cerradas.
- La mascarilla, tu mejor aliada. Si sufres alergia al polen, llevar la mascarilla, (especialmente FFP2) en el exterior te ayudará minimizar la exposición al polen de tu aparato respiratorio, por tanto, a reducir los síntomas.
- Sal “con vista”. Cuando salgas a la calle, lleva gafas de sol para minimizar el contacto de tus ojos con el polen. De esta manera, reducirás síntomas como el lagrimeo y el picor en ellos.
- En el coche, también con protección. Durante los desplazamientos, mantén las ventanillas cerradas para evitar que los granos de polen penetren en él.
- La ropa, un imán para el polen. Los granos de este alérgeno pueden quedarse atrapados en la ropa y en el cabello, por lo que una buena medida es ducharse y cambiarse al llegar a casa. Así mismo, evita tender la ropa en el exterior, sobre todo, al llegar la primavera.
- No remuevas el polen. Es decir, evita aquellas actividades que puedan remover partículas de polen como cortar el césped o barrer la terraza. En caso de alergia al polen de gramíneas, tampoco deberías tumbarte ni practicar deporte sobre el césped.
- No bajes la guardia durante la noche. Si vas a pasar la noche al aire libre, es mejor que no duermas cerca de fuentes de pólenes alergénicos como árboles o plantas.
- Consulta a tu farmacéutico. Si tomas medicamentos específicos para las alergias como antihistamínicos, debes hacerlo siempre bajo supervisión médica, de forma regular y en la dosis recomendada por el especialista. Recuerda además que nunca debes mezclar estos medicamentos con alcohol.