Redacción, 03-12-2022.-La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), con motivo del Día Internacional de la lucha contra los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), que se celebra el 30 de noviembre, resalta que un diagnóstico precoz es uno de los factores más importantes en el momento de determinar el pronóstico, así como la probabilidad de curación.
“Un TCA de larga duración, superior a 8 o 10 años, tiene un índice de curación muy bajo y una alta probabilidad de convertirse en crónico”, apunta el doctor Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la SEEN.
Los distintos tipos de TCA se clasifican en anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracones, junto con otros trastornos alimentarios o de la ingestión de los alimentos, que normalmente se corresponden con formas incompletas o mixtas de alguno de los anteriores, según la SEEN.
Asimismo, los TCA representan la patología psiquiátrica con el índice de mortalidad más alto siendo hasta 8 veces superior al de las personas sanas del mismo grupo de edad.
La psicopatología y la desnutrición imposibilitan, en muchas ocasiones, las relaciones sociales, y tienen también consecuencias a nivel académico y profesional.
“El fracaso académico y el aislamiento social son, por desgracia, muy frecuentes. Los tratamientos para el manejo de los TCA son prolongados, ya que suelen superar los dos años y se estima un alto porcentaje de recaídas, aunque alrededor de un 70-80% de los pacientes supera la enfermedad. Aproximadamente un 20-25% de los casos se cronifica, sobre todo, aquellos de larga evolución con difícil accesibilidad a un equipo terapéutico o con un entorno familiar y social desestructurado”, mantiene el endocrinólogo.