Redacción, 21-03-2023.- El delirium es un cambio agudo de la función cerebral que se manifiesta en una alteración importante del nivel de conciencia, afecta principalmente a la atención y las capacidades mentales, se presenta de forma aguda y fluctuante a lo largo del día, habitualmente reversible y en corta duración, y suele acompañarse con alteraciones del ciclo de vigila-sueño, del comportamiento psicomotor y de las emociones.
Entre sus grupos de riesgo figuran los mayores de 65 años, los afectados por demencia, deterioro cognitivo, discapacidad sensorial y múltiples patologías médicas y los que han sufrido una fractura de cadera o inmovilismo reciente, siendo más frecuente en pacientes mayores hospitalizados.
Así lo han recordado las doctoras Marta García Salmones Fragoso, Ana Isabel Hormigo Sánchez, Myriam Rodríguez Couso e Ivana Zamarbide Capdepon, especialistas del Servicio de Geriatría las tres primeras y del Servicio de Neurología la cuarta, y miembros todas ellas del Grupo de Fragilidad de la Fundación Jiménez Díaz, con motivo del Delirium Day que tuvo lugar recientemente-iniciativa promovida por la Federación Internacional de Sociedades del Delirium para concienciar sobre esta alteración y su impacto en los pacientes, familiares y sistemas sanitarios.
Y es que, como asegura la Dra. García Salmones, la prevalencia del delirium en el entorno hospitalario está infradiagnosticada, pero puede llegar al 30 y el 50 por ciento en los servicios médicos y quirúrgicos, respectivamente, y hasta el 85 por ciento en las unidades de Cuidados Intensivos y Paliativos, traduciéndose en un importante impacto en la calidad de vida de este grupo poblacional en aspectos como una mayor estancia hospitalaria, deterioro cognitivo y funcional, más riesgo de complicaciones durante el ingreso y un aumento de la mortalidad.