Redacción, 08-09-2022.– Nuevas evidencias sobre los riesgos de la comida ultraprocesada. Dos investigaciones publicadas en el último número de la revista British Medical Journal ratifican los lazos entre el consumo de este tipo de alimentos y un mayor riesgo de padecer enfermedades como las cardiovasculares, el cáncer colorrectal o incluso la muerte prematura.
Tal y como recoge El Mundo, bollería, refrescos, galletas, carnes procesadas, platos precocinados, postres… Los ultraprocesados cada vez ganan más terreno en la dieta de los españoles, que, en pocas décadas, han abandonado progresivamente la tradicional dieta mediterránea por estas opciones baratas y fáciles de consumir que, sin embargo, no son saludables.
El perfil nutricional de este tipo de comida, que no contiene un alimento identificable, sino que se basa en productos industriales muy elaborados, es muy pobre. Además, su consumo desplaza el de otros alimentos ricos en nutrientes, por lo que su efecto perjudicial es doble.
Las nuevas investigaciones añaden nuevos datos sobre el efecto de este tipo de productos a la evidencia disponible, como el estudio SUN, dirigido por Miguel Ángel Martínez, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra. En 2019 esta investigación mostró que el consumo de al menos cuatro raciones de ultraprocesados al día se asocia con un aumento del 62% en el riesgo de mortalidad.
ALIMENTOS PERJUDICIALES
El primero de los trabajos que publica ahora la revista médica británica examinó la relación entre el consumo de productos ultraprocesados y el riesgo de cáncer colorrectal en adultos estadounidenses.
En total, analizó los datos de tres cohortes -en total participaban 46.341 hombres y 159.907- cuyos hábitos alimentarios se habían estudiado, mediante cuestionarios, durante casi tres décadas.
Además de sus hábitos de vida, si eran más o menos sedentarios y cómo era su dieta, los científicos también tuvieron en cuenta cuántos casos de cáncer colorrectal se produjeron en ese periodo.
Los resultados mostraron que los varones que consumían una mayor cantidad de alimentos ultraprocesados tenían un riesgo de padecer cáncer colorrectal que era un 29% mayor del que presentaban los hombres que tomaban una menor cantidad de esos productos. No se observó la misma asociación entre las mujeres estudiadas.
De cualquier manera, los investigadores sí comprobaron que un alto consumo de ciertos tipos de ultraprocesados, como productos listos para tomar, sí se relacionaba con un mayor riesgo de cáncer colorrectal en mujeres.
Aunque no han podido determinar las causas entre esas diferencias de género, los investigadores señalan en las conclusiones de su trabajo la posibilidad de cierto efecto protector ejercido por los estrógenos.
«Nuestros hallazgos apoyan la importancia para la salud pública de limitar ciertos tipos de productos ultraprocesados», señalan en la publicación.
El segundo trabajo, los investigadores analizaron los datos de 22.895 adultos italianos (el 48% de ellos varones), teniendo en cuenta tanto el tipo de dieta que seguían como otros factores de riesgo relacionados con las enfermedades cardiovasculares.
Los resultados de la investigación mostraron que quienes tomaban una mayor cantidad de ultraprocesados tenían un 19% más de riesgo de morir por cualquier causa y un 32% más de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en comparación con los que menos productos de ese tipo consumían.
Tanto el estudio estadounidense como el italiano son de carácter observacional, por lo que no pueden establecer una relación causa-efecto entre el consumo de ultraprocesados y los perjuicios para la salud, pero la evidencia que aporta se suma a la de investigaciones previas.