Redacción, 11-05-2022.- Ramón Arroyo fue diagnosticado con esclerosis múltiple cuando apenas tenía 30 años. Esta enfermedad cambió su forma de vivir y de ver la vida, pues pasó de tenerlo todo a vivir con una constante sensación de incertidumbre. En este tiempo, Ramón ha aprendido a gestionar la incertidumbre y a decir que no, apartando de su vida a personas con las que su vínculo se iba perdiendo para reforzar su relación con aquellas que están ahí para lo bueno y para lo malo.
Una persona normal con algo extraordinario
Ramón Arroyo se define como una persona normal a la que le ocurrió algo extraordinario. Tiene 50 años, es economista y, a pesar de que tenemos vinculada la palabra ‘extraordinario’ a algo positivo, en su caso no fue así. En 2004 le diagnosticaron esclerosis múltiple. Los médicos le auguraban un futuro gris y le dijeron que en un año no podría andar 100 metros. Desde ese momento comenzó a dedicarse al deporte y, tras completar distintas carreras populares y maratones, se fijó el objetivo de realizar un Ironman, la prueba más exigente del triatlón.
Tal y como recoge El Confidencial, en su libro ‘Rendirse no es una opción’ cuenta cómo pasó de tenerlo todo, personal y profesionalmente, a recibir una noticia que cambió su vida por completo. Su diagnóstico de esclerosis múltiple le llevó a cambiar su estilo de vida y correr se convirtió en su apuesta vital.
Su historia también fue plasmada en la gran pantalla en la película ‘100 metros’, protagonizada por Dani Rovira. Su director, Marcel Barrena, descubrió a través de un reportaje de ‘Informe Robinson’ la historia real de Ramón Arroyo y la esclerosis múltiple.
Cómo cambió su vida con la esclerosis múltiple
Cuando Ramón Arroyo recibió la noticia de que tenía esclerosis múltiple le pronosticaron un futuro bastante gris. Se trata de una enfermedad autoinmune, de carácter inflamatorio, que ataca al sistema nervioso central. Normalmente cursa por brotes impredecibles, puesto que pueden atacar a cualquier parte de nuestro sistema nervioso.
Además de todas estas consecuencias neurológicas, la esclerosis múltiple tiene una consecuencia anímica muy destacable: la incertidumbre.
El proceso hasta conseguir un Ironman ha sido muy progresivo: desde 2007 hasta 2013 fue incrementando la distancia
Él siempre había practicado deporte. Competía en esquí y era monitor, alguna vez salía a correr e iba al gimnasio, pero no fue hasta cuando le detectaron la enfermedad cuando empezó a practicar deporte de manera más continuada. Sabía que no podía prevenir los brotes y las recaídas de la esclerosis, pero entendía que disponer de una condición física saludable sería bueno para poder encajarlos y recuperarse mejor.
El proceso hasta conseguir un Ironman ha sido muy progresivo. En 2007 empezó a correr distancias muy cortas que se fueron incrementando hasta, en 2013, recorrer la distancia Ironman.
«La gente normal no destaca por ningún talento en particular, el verdadero talento es conocer nuestras debilidades»
Para conocer estas debilidades es necesario hacer un ejercicio de autocrítica y autoanálisis. A través de este ejercicio conocemos verdaderamente a quiénes queremos tener en nuestra vida.
“Las personas con las que tienes que conectar no están muy lejos”, señala. Es fácil conectar con las personas que te pueden ayudar y que quieres tener cerca, pues son las personas que te quieren y los profesionales.