Redacción, 26-11-2023.- Mantener los niveles adecuados de la vitamina C, que no genera nuestro cuerpo, es básico para el buen funcionamiento del organismo. Para conseguirlo, la dieta mediterránea es sin duda el camino más directo y sencillo, sobre todo teniendo en cuenta los hábitos alimenticios más comunes en España. Además, cualquier carencia puede ser suplida de forma menos natural pero igualmente efectiva a través de suplementos, siempre con la supervisión y guía de profesionales.
Tal y como recoge Heraldo, se trata de una fuente eficaz para la síntesis del colágeno, la llamada llave de la eterna juventud, tiene facultades antioxidantes y colabora a la correcta asimilación del hierro. También ayuda a controlar la presión arterial, entre otros muchos beneficios.
En el caso concreto de las mujeres, la cantidad diaria recomendada es de 75 miligramos.
La vitamina C refuerza el sistema inmunológico, disminuye el llamado colesterol malo (LDL) y mejora el aspecto de la piel, además de colaborar en la cicatrización adecuada de los tejidos y reducir la inflamación. Previene problemas oculares que aparecen en edades más avanzadas, desde las cataratas y la degeneración macular. En el caso de las mujeres, colabora a mitigar el síndrome premenstrual y refuerza los huesos en la menopausia.
Se ha comprobado además que la falta de vitamina C en las mujeres conduce a una mayor fatiga, sensibilidad muscular y dolor en las articulaciones, afecciones en el cabello y las uñas y aumento del estrés, además de favorecer la anemia y el sangrado de las encías.
Fuentes de vitamina C: los alimentos que la contienen
Las frutas y verduras son las mejores aliadas para esa ingesta correcta de vitamina C. En las naranjas, por ejemplo, hay carga abundante, pero también en otros cítricos como la lima o el pomelo. El kiwi, la fresa, la acerola (una verdadera ‘bomba’ de vitamina C), la piña, el melón, la papaya, el mango o la guayaba también son frutas muy ricas en esta misión. Entre los vegetales, el pimiento se lleva la palma, junto con el brócoli y el tomate, que además aporta betacarotenos, muy beneficiosos para la piel.